Engordé en cuarentena, ¿cómo me lookeo?

Los pantalones nos aprietan, la cintura de las faldas no nos cierra y las remeras nos “marcan” todo. Como no podemos darnos el lujo de comprarnos un guardarropas nuevo, nos hacemos la pregunta del millón: ¿cómo nos lookeamos mientras nos encomendamos a la difícil tarea de recuperar el cuerpo perdido?
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Créditos: engorde cuarentena
Por: Kiki Fernández

Y justo ahora que nos estábamos acostumbrando, la cuarentena comienza a abandonarnos no sin antes dejar como souvenir, unos kilitos de más.

Si la ansiedad del encierro se depositó en la zona de la cintura y la pancita, hay un truco que no falla: usar una chaqueta, blazer o saquito colorido o estampado, siempre abierto, sobre una prenda lisa y oscura. Esto hará que nuestra pancita se vuelva casi invisible mientras el ojo de quien nos mira se distrae con el color y la estampa.

También es un buen recurso para afinar la cintura ya que los “flotadores” laterales desaparecerán como por arte de magia. No se trata de un recurso exclusivo para mujeres! Un saco sport canchero sobre una camisa, remera o chomba oscuras tiene el mismo efecto adelgazante en hombres con “salvavidas”.

Cuando por razones de temperatura, no podemos recurrir a un blazer o chaqueta, llevar la atención al rostro con pañuelos de colores, collares o aros llamativos también resulta favorecedor. ¿Cómo lucir esos accesorios si los kilitos extra nos acentuaron la papada? Las gargantillas no son la mejor opción en estos casos, optemos por un collar de largo medio o más alargado, para no llevar el foco a la papada. Los pañuelos o chales  solo “a caballo” del cuello o con “nudos” bien flojos.

Mientras no nos deshagamos de los rollitos, dejemos de lado las prendas ajustadas (con lycra), las rayas horizontales y los colores muy claros incluyendo obviamente el  blanco. Tampoco es buen momento para usar la prenda superior dentro de la inferior. ¡Ya habrá tiempos mejores para hacerlo!

Si los permitidos de la cuarentena se depositaron en nuestras caderas o el “pantalón de montar” -esa montañita de grasa que se ubica en el lateral externo de nuestros muslos y es tan difícil sacar-, recurramos a los pantalones oscuros pero atención con los modelos: cuanto más rectos o sueltos, mejor. Los chupines no harán más que acentuar las caderas y los cropped pants -los que tienen ese largo ultratendencia a media pantorrilla- tampoco ayudan en estos momentos. Los diseños de largo a los tobillos estilizan mucho más.

Un error que se suele cometer con el afán de ocultar excesos alimentarios, es pensar que con solo ponernos un vestido negro o un outfit total black lo disimulamos todo.  No es así. Si nosotros no llevamos la atención -con accesorios de color, brillo o estampados- allí donde más nos favorece, el ojo de quien nos mira hará un escaneo completo de abajo hacia arriba que terminará delatándonos. Por eso vestirnos de manera astuta e inteligente conociendo los puntos fuertes de nuestro cuerpo da mejores resultados que intentar taparnos.

Por último pongamos atención en nuestra alimentación y la actividad física. No es excusa que los gimnasios permanezcan cerrados. Ya tenemos permiso para salir por una buena caminata aeróbica dos o tres veces por semana y eso será tan positivo para nuestro guardarropas como para nuestra salud. Y recordemos que necesitamos 4 semanas para comenzar a observar cambios en nuestro cuerpo, 8 semanas para que nuestra familia los perciba y 12 semanas para que todos los noten ¡no nos demos por vencidos!

 

Kiki Fernández es Asesora de Imagen Personal, Profesional y Corporativa.

www.kikifernandez.com

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