Las autoridades de la isla paradisíaca de Brasil, Fernando de Noronha, anunciaron este jueves que volverán a permitir la entrada de los turistas, con la condición de que todos ellos sean pacientes recuperados de coronavirus.
Fernando de Noronha es un archipiélago ubicado a 354 km del litoral nordeste de Brasil, y es famoso por su abundante vida marina, sus playas vírgenes y sus imponentes paisajes. Cuenta con alrededor de 3100 residentes.
«Para aterrizar, el turista deberá presentar el resultado de una prueba de PCR positiva que tenga al menos 20 días de antigüedad, o el resultado de la prueba serológica que muestre la presencia de anticuerpos contra el covid», afirmó su administrador, Guilherme Rocha, en una conferencia de prensa el jueves.
Por su parte, el secretario de Salud del estado de Pernambuco, André Longo, indicó en un comunicado que «este paso se va a hacer con la atención puesta en la seguridad y en la reactivación de la actividad económica del archipiélago». Luego, aclaró que «no ha habido transmisión comunitaria en la isla durante mucho tiempo», e instó a «mantenerlo así». Las nuevas reglas entran en vigor el 1 de septiembre.
No está demostrado que una persona que haya tenido Covid-19, se encuentre inmune. En Hong Kong, se registró el primer caso documentado de reinfección de Covid-19 en el mundo. Se trata de un paciente de 33 años que había sido dado de alta tras curarse del virus en abril, y que volvió a contraerlo principios de agosto.
Brasil es el segundo país más afectado por la pandemia del coronavirus, con más de 120.000 muertes conocidas y 3,8 millones de casos confirmados, hasta el lunes por la noche, aunque la situación ha comenzado a estabilizarse en las últimas semanas.
La isla
Fernando de Noronha, hogar de Baia do Sancho, obtuvo el premio Traveller’s Chocie de Trip Advisor 2020 a la mejor playa del mundo.
Hasta el momento, el archipiélago registró 93 casos positivos de covid, y ninguna persona muerta. El 21 de marzo la isla cerró la entrada a los visitantes, mientras que a los residentes que estaban afuera, se les prohibió regresar desde abril hasta mediados de junio.
