Es argentina y lideró una innovadora ONG que recoleta latas y botellas en Brooklyn

Agustina Tati Besada es una diseñadora industrial argentina que durante dos años estuvo al frente de una ONG llamada Sure We Can. En su experiencia busca concientizar sobre la importancia del reciclaje. El poder transformador que tiene el trabajo y la comunidad en palabras de una referente.
Es argentina y lideró una innovadora ONG que recoleta latas y botellas en Brooklyn
Créditos: Es argentina y lideró una innovadora ONG que recoleta latas y botellas en Brooklyn
Por: Silvina Ocampo

“Fue emocionante ser testigo del poder transformador del trabajo”, le cuenta a #BORDER Agustina Tati Besada, una diseñadora industrial argentina que, con una maestría en gestión de sostenibilidad realizado en la Universidad de Columbia, en Nueva York, lideró durante dos años Sure We Can (SWC), una ONG de Brooklyn que recolecta latas y botellas. “Sin dudas el rol que cumplen los canners -como se le dice allá a quienes recolectan envases descartables- o los recicladores urbanos en nuestro país, es fundamental en la recuperación del valor desperdiciado en los residuos”, nos cuenta ella que comprobó personalmente el cambio que experimentan las personas expulsadas del sistema al recuperar un trabajo y ser parte de un equipo. Hoy la comunidad de SWC está formada por 740 lateros que, en el último año recolectaron 11 millones de latas y botellas y recaudaron 656.000 dólares.

¿Qué cambios viste en las personas que recolectaban por su cuenta y luego se sumaron a Sure We Can?

Vendiendo individualmente conseguían algo de dinero, pero al ser parte de una comunidad no solo ganaban más plata, sino que se les organiza la vida, creaban vínculos y hasta verdaderas amistades.

También les genera orgullo ya que hacen una actividad muy necesaria para la sociedad, ¿no?

Absolutamente, los sistemas de reciclaje son un servicio esencial, que de alguna manera contrarresta la cantidad de basura que generan las ciudades. Con el trabajo de estas personas se recupera valor y se reinsertan al sistema productivo.

Agustina Besada estuvo dos años al frente de Sure We Can y da fe del poder transformador del trabajo y de la comunidad.
Agustina Besada estuvo dos años al frente de Sure We Can y da fe del poder transformador del trabajo y de la comunidad.

¿Que aporta SWC a la tarea que ya venían haciendo?

En NY no existía un mercado formal de venta de latas y los canners no tenían ningún ayuda ni capacidad de pelear los precios de lo que venían. SWC les facilitó un espacio para trabajar y les brindó contención social. Todo esto dignifica el trabajo que ya hacían y reconoce el valor fundamental que brindan a la sociedad. Debería ser más valorado tanto por su aporte a la economía circular como en la eficiencia de la utilización de los recursos. Es increíble cómo se fue dando el desarrollo de las cooperativas, cómo se empezaron a organizar para estructurar mejor el trabajo. De esta manera los canners allá y los cartoneros en Argentina pasaron de ser individuos a estar organizados y poder alcanzar una escala en la recolección que les permite negociar mejores precios.

¿Qué debería hacer la Argentina para promover este tipo de trabajo social que ya se da en las cooperativas?

Es fundamental diseñar incentivos y regulaciones que fortalezcan estos sistemas de reciclaje y que optimicen la utilización de los recursos para que el sistema se mantenga productivo lo más posible. Tengo conocimiento de que hay varios proyectos de ley que contemplan regulaciones REP. Serían  leyes de responsabilidad extendida al productor donde ellos deberían considerar de qué manera gestionar los residuos que generan los envases que ponen a la venta.  Eso puede acelerar el crecimiento del reciclaje, tanto en Argentina como en el mundo.

¿Cómo recordás tu paso por SWC?

Fue una experiencia inolvidable, un desafío personal y profesional muy grande y enriquecedor. No solo a nivel social: la posibilidad de conocer a la comunidad de SWC, a cada uno con sus individualidades, sino también desde la gestión y el desafío de administrar un centro de reciclaje. Todo me dejó un enorme aprendizaje.

*Esta nota fue realizada en el marco de la beca de investigación periodística de la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo (IRR), impulsada por la Fundación Avina.

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