Las vacunas contra el Coronavirus ya llegaron. Sin embargo, todavía no son suficientes para erradicar al virus originado en Wuhan y que ya dejó casi 3 millones de muertes desde hace más de un año. Otro de los frentes en que se libra la lucha es en el plano de los tratamientos de los síntomas que genera el Covid-19. El objetivo final es reducir la mortalidad de una pandemia que ya se cobró a dos millones de víctimas en todo el mundo.
En el caso de Argentina el país implementa hoy en día el suero de convalecientes, el suero equino, la oxigenoterapia y la dexametasona como principales paliativos. Sin embargo, también se encuentran en investigación otros medicamentos experimentales cuyo grado de efectividad todavía no se ha confirmado.
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El suero policlonal Covifab
La Argentina fue uno de los pocos países que pudo desarrollar un tratamiento novedoso contra el Sars-Cov-19: el suero equino hiperinmune “Covifab”, creado por el laboratorio Inmunova. A diferencia del suero de convalecientes, que se extrae de pacientes recuperados, el suero equino proviene de caballos debido a que dichos animales son capaces de generar un porcentaje de anticuerpos cientos de veces mayor a los que produce el ser humano.
El estudio clínico de Fase 2 del suero equino concluyó a finales de noviembre de 2020 y sus resultados fueron presentados a la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Estos mostraron que su uso es seguro y evidenció una reducción de la mortalidad en 45 por ciento, de la internación en terapia intensiva en 24 por ciento y del requerimiento de asistencia respiratoria mecánica en 36 por ciento.
De acuerdo a Matías Deprati, el director en Asuntos Médicos del laboratorio Elea, el organismo responsable de distribuir el fármaco, este suero de tipo policlonal es “100 veces más efectivo que el plasma de convalecientes”.
Deprati aseguró que la producción actual del medicamento permite garantizar “12 mil tratamientos por mes”. Sin embargo, no descartó que en caso de que ocurra “una segunda ola” se pueda “duplicar o triplicar” la manufacturación del Covifab: “Nos alcanza para abastecer la demanda que tiene el país”, sostuvo el entrevistado a #BORDER.
Consultado por este medio sobre la posibilidad de exportar el suero policlonal el ejecutivo de Elea reconoció que “rápidamente hubo interés en los países latinoamericanos” sobre la medicación y que existió “un intercambio de registros y experiencias”. Sin embargo, se descartó la posibilidad transferir la tecnología debido a que eso “lleva años” pero principalmente porque “parte de la información (del suero hiperinmune) es confidencial”.
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El suero de convalecientes y la oxigenoterapia
Otro de los tratamientos aprobados por el ANMAT del que dispone la Argentina es el suero de convalecientes. A pesar de que su efectividad fue cuestionada en diferentes estudios preliminares en varias partes del mundo, un grupo de científicos argentinos publico una minuciosa investigación en la revista científica New England Journal of Medicine a principios de enero que dio cuenta de su utilidad.
De acuerdo al estudio dirigió por el médico Fernando Polack, se halló que en 80 personas una infusión de plasma dentro de los tres primeros días de la enfermedad redujo el riesgo de desarrollar un caso grave de coronavirus en un 48 por ciento, en comparación con otro grupo de 80 personas que recibieron una solución salina en su lugar.
Por otra parte, la oxigenoterapia es otro de los tratamiento utilizados en el sistema de salud argentino y también uno de los más difundido a nivel mundial para tratar la ausencia de oxigeno en sangre generada por el Covid-19. Sin embargo, su utilización no es tan efectiva como los otros tratamientos aprobados por la ANMAT.
La controversia con la ivermectina
La ivermectina es un fármaco antiparasitario de amplio uso en medicina humana y veterinaria. Si bien parece ser un potencial inhibidor del virus del Covid-19 y tuvo resultados positivos en pruebas preliminares, todavía no hay pruebas contundentes de que funcione. Además, las dosis que habría que administrar a los pacientes para que efectivamente funcione deberían ser mucho mayores a las recomendadas. Por eso, la ANMAT no aprobó su uso para combatir el coronavirus.
Sin embargo, eso no evitó que La Pampa, Misiones, Tucumán, Salta y Corrientes aprobaran su uso de emergencia y se realicen investigaciones con el fármaco: “El Hospital Universitario Austral está haciendo estudios con ivermectina igual que el Ministerio de Salud de Corrientes a ver si reduce los síntomas”, ejemplificó a #BORDER el Director de la Fundación Huésped, Omar Sued.
¿Por qué es tan difícil desarrollar tratamientos?
Sued explicó que “la gran dificultad” para saber si un tratamiento es efectivo o no contra el Coronavirus es verificar la eficacia en ensayos clínicos “randomizados” en un gran número de pacientes. En este sentido se refirió a la dexametasona: “el único tratamiento probado e indiscutible, ha demostrado reducir la mortalidad en un 30 por ciento”, aseguró el asesor médico del gobierno nacional a este medio. Este es otro de los medicamento aprobados por el ANMAT para ser utilizado por el sistema de salud nacional.
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Sin embargo, para que se confirmara la efectividad de la dexometasona el experto subrayó que se necesitaron “muchos recursos, muchos pacientes, mucha coordinación y mucha colaboración” a nivel mundial y citó como ejemplos el estudio Recovery realizado en Inglaterra y el estudio Solidarity de la Organización Mundial de la Salud (OMS). También agregó que estudios similares fueron llevados a cabo para descartar la eficacia de la hidroxicloroquina, el lopinavir y el remdesivir como posibles tratamientos de las diferentes cepas del Sars-Cov-19.
De manera complementaria a lo explicado por Sued, el médico asesor del gobierno de la provincia de Buenos Aires, Jorge Rachid, narró a #BORDER que los tratamientos contra el coronavirus son paliativos y “tienden a fortalecer el organismo” debido a que “el virus no es un ser vivo”, a diferencia de una bacteria, y por lo tanto “no se lo puede matar” y solo es posible frenar su reproducción.
Por otro parte, Sued adelantó que la Sociedad Argentina de Infectología está estudiando el medicamento “CoviPrep” para casos de prevención de coronavirus. En el mismo sentido, comentó que la Fundación Huesped tiene un estudio con Nitazoxadina para los familiares de una persona con PCR positivo con el objetivo de saber “si disminuye la cantidad de contagios dentro de la familia”.
Los tratamientos en el resto del mundo
En el resto del mundo son múltiples los medicamentos que se encuentran en desarrollo para tratar y prevenir el virus que hasta el momento se cobró la vida de dos millones de personas en todo el mundo.
Israel es una de las naciones que más avances realizó en la materia. Por ejemplo, el mes pasado trascendió que el uso de un espray nasal de tipo experimental llamado EXO-CD24 logró que 29 de los 30 pacientes analizados en el estudio se recuperaran de síntomas “moderados o graves” en un plazo de máximo de 5 días. Sin embargo, la investigación todavía se encuentra en fases preliminares y los datos no fueron reseñados por ninguna revista científica.
Otro de los proyectos que lleva adelante el país hebreo es una “terapia celular” basada en placenta que logró una tasa de supervivencia de los pacientes en un 100%. Pero de manera similar al espray nasal, los estudios son incipientes y deben continuarse los ensayos para comprobar fehacientemente su efectividad.
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De manera similar, los resultados de la Fase 2 que los laboratorios norteamericanos Ridgeback y Merck obtuvieron con el uso de la píldora molnupiravir arrojaron que los pacientes de coronavirus que la utilizaron no presentaron carga viral después de cinco días de tratamientos, en comparación al 24 por ciento que si los presentaba dentro del grupo que consumió el placebo.
Cuba es otro de los países que desarrolló un tratamiento para combatir el virus. De nombre Nasalferón, el fármaco consiste en dos gotas nasales que se aplican a la mañana y a la noche. Las mismas fueron desarrolladas por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana.