“El Silencio”: el barrio de Concordia que vive del basural

Se trata de uno de los barrios más vulnerables del país, en el que sus habitantes viven del basural de Campo de Abasto.
Concordia
Créditos: Concordia
Por: #BorderPeriodismo

Hace algunos días, la BBC realizó un reportaje especial en la Argentina que expuso la lamentable situación que se vive en el país, más específicamente en la ciudad de Concordia, Entre Ríos. Allí, se reveló que más de la mitad de la población vive en la pobreza.

En la publicación, el medio de Reino Unido explica que la “situación se agudizó con la pandemia”, a pesar de que esto se daba desde mucho antes. “Argentina, que alguna vez fue uno de los países más ricos de Latinoamérica, hace más de 25 años que no logra disminuir la pobreza más allá del 20%”, detalla la periodista Agustina Latourrette para BBC Mundo.

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Las imágenes muestran la dolorosa situación que viven miles de habitantes de Concordia todos los días. Un joven entrevistado explica  que desde marzo del 2020 “no se podía trabajar, se cerraban las calles, no se podía salir afuera y había necesidad de salir a buscar”, mientras su mujer estaba embarazada. Otra mujer cuenta su situación educativa que, al no tener celular, solo recibía cuadernillos “sin entender nada”: “El sueño se me fue”, expresa la joven por no terminar la escuela.

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En el mismo también se pusieron en contacto con Pedro Sena, director de Cáritas en la ciudad de Concordia: «Cada vez más barrios, más asentamientos. Lo que llama la atención es que son de gente joven, que formaron su familia, viven donde pueden y cómo pueden», detalló en la nota.  «Vemos a la gente que está trabajando en los basurales, papá, mamá y niños… Niños pequeños que van, no tanto a reciclar, sino a ver qué juntan para comer, es doloroso«, sigue contando con dolor.

Latourrette llegó a “El Silencio”, uno de los barrios con mayor crecimiento en los últimos años, que se formó en torno al “Campo del Abasto”, un basural donde se llevan casi todos los desperdicios de la ciudad de Concordia. Hoy en día, este barrio es uno de los más vulnerables de todo el país.

Según Fabián Dimas Odiard, un habitante que compra la basura recogida, explicó que, desde la pandemia, el doble de personas viven en torno al basural, desde niños a adultos mayores.

Concordia

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Según la Organización Internacional del Trabajo, 1 de cada 2 niños y adolescentes que trabajan en nuestro país comenzó a hacerlo durante la pandemia, debido a las necesidades que comenzaban a tener en la familia. “Tenemos más antivirus que todos los demás, porque pasamos lluvia, pasamos hambre, pasamos frío y pasamos sueño. A veces tiran las cosas de los hospitales y uno no sabe lo que tiene”, explica otra joven que se encontraba buscando residuos en el descampado.

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No me gustaría que mis hijos trabajen en la basura, para algo trabajo yo” , siguió contando la joven a la periodista. Por otro lado, también explica que se gana “como una maestra” y puede sacar adelante a su familia, a pesar del difícil trabajo y las complejas vivencias que se sufren día a día.

Rocío, otra mujer que vive del basural, aseguró que también realizó trabajos en el campo, pero que el dinero que se gana es mucho menor, incluso menos que lo obtenido de los residuos: “He ido a las quintas, al arándano y eso, pero se gana más ahí en el basural”, afirmó.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO (por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization), Argentina es el país en el que más creció la inseguridad alimentaria desde el 2014 al 2020.

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“Esas miradas serias, los ceños fruncidos, las caras tristes las observaba y después entendí que eso es desnutrición. Me gustaría darles leche todos los días, pero económicamente no llegamos”, le comentó la encargada de un merendero a Latourrette.

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“Todos los días yo sé que voy ahí (al basural) y traigo para comer, para tener las cosas. Y se consigue para traer para cocinar, cosas congeladas, cosas lindas, fideos lindos, leche cerrada, galletitas y budines. Lo que se encuentra se suele traer acá para comer”, explica Julio, recolector informal, demostrando las necesidades que se marcan con el correr del tiempo.

Él, al igual que muchos, se encuentra preocupado por el posible cierre del basural, su única fuente de trabajo, tras los últimos anuncios del gobierno nacional y decisiones provinciales y municipales. Los programas políticos buscan realizar un “Plan de Reconversión” para el Campo Abasto, que “consiste en la clausura definitiva del basural… y el saneamiento ambiental del predio”.

Según la municipalidad de Concordia, el proyecto promete, después de las obras de infraestructura, “avanzar en programas que tiendan a solucionar los problemas actuales”. Algo que no termina de conformar a los habitantes, ya sea por la desconfianza en estas intenciones o por el simple hecho de que es la única fuente segura para alimentar a sus familias.

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