El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, fue uno de los 11 líderes provinciales que acompañó al presidente Alberto Fernández en el pedido de juicio político contra los miembros de la Corte Suprema, pero fue el único que pidió escracharlos «con nombre y apellido» en las calles. Ahora, de manera casi instantánea, en las afueras de la Casa de Gobierno de su provincia colocaron gigantografías con las fotos de los magistrados, sus nombres y apellidos.

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Quintela había convocado a la ciudadanía a exponer públicamente a los jueces de la Corte Suprema: «Han desjerarquizado y desprestigiado a la Corte, tenemos que pedir que se vayan y no solamente a través del juicio político, sino también visibilizándolos con nombre y apellido, que sus caras se conozcan y decir dónde, cómo y de qué viven», había dicho después de mantener una reunión con Alberto Fernández y otros gobernadores.

En ese mismo día, cargó contra el fallo que favoreció a la Ciudad de Buenos Aires (por la coparticipación) y defendió a la provincia de La Rioja: «Defiendo los intereses de mi provincia y tengo mi concepto acerca de los integrantes de la Corte: no me merecen el menor de los respetos, por lo tanto, yo tampoco les voy a hacer caso ni acatar un fallo de ellos. Si quieren venir a buscarnos, que nos vengan a buscar, no me interesa lo que ellos digan».

En las últimas horas se comenzaron a difundir imágenes de una carpa instalada en la entrada de la Casa de Gobierno de la provincia donde también se ven gigantografías. En ellas se muestran -con imágenes en primer plano- a los cuatro integrantes de la Corte: Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz y, el presidente, Horacio Rosatti.

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