Se denomina Generación Windrush a las personas que llegaron al Reino Unido en la post Segunda Guerra Mundial, en 1948, en un buque llamado Empire Windrush, a una muy corta edad, desde ex colonias como Jamaica, Barbados, Guyana y Trinidad y Tobago. La tentación para radicarse en el ex Imperio Británico era muy clara: la promesa de un empleo y una nueva vida, en función a la reconstrucción del lugar tras los bombardeos nazis. Trabajo y una nueva vida hasta 1971, año en que los viajes marítimos entre el Caribe y Gran Bretaña cesaron. La gran mayoría de estos exiliados, tras establecerse en las Islas, jamás regresó a sus lugares de origen, y muchas veces tuvieron problemas para ser considerados ciudadanos británicos con todos sus derechos, ya que los registros que ameritan su vínculo con el Reino Unido como nativos de países pertenecientes a la Commonwealth en demasiados casos son inexistentes.
Leé también: Madonna furiosa: «Este mundo se niega a celebrar a las mujeres que pasaron los 45 años»
El director inglés Steve McQueen (ganador del Oscar 2013 a Mejor Película por su film 12 años de esclavitud, y sin ninguna clase de parentesco familiar con el desaparecido actor estadounidense) tiene antepasados afro caribeños que pueden ser vistos como parte de la Generación Windrush. De ahí que su vínculo con la miniserie Small Axe (coproducción entre Amazon Prime y BBC, que puede ser vista en estos días por Netflix) no sea casualidad. Ya desde el título hay un guiño a los inmigrantes centroamericanos: “Small Axe” es una canción de Bob Marley & The Wailers incluida en su disco Burnin’ (1973), que a su modo toma posición sobre los jamaiquinos a lo largo y a lo ancho del mundo. “Si sos el gran árbol, nosotros somos la hacha pequeña, afilada para cortarte, lista para cortarte… ”, cantaba Marley, en su último disco junto a Peter Tosh y Bunny Wailer: la formación original e insuperable de su grupo de apoyo..
Y el apartado musical no es antojadizo. De hecho, el segundo episodio de Small Axe se llama Lovers Rock, por el subconjunto reggae más melódico que adopta esta denominación, y en los cinco telefilmes (todas historias independientes entre sí salvo por el hilo conductor de la problemática afro caribeña en Gran Bretaña) suena no sólo reggae sino que también dub, ska, mento y rock setady. Todos géneros híper populares e influyentes tanto desde lo musical como desde lo social. Ahí están los punks como Johnny Rotten o Joe Strummer como defensores de este estilo desde barriadas populares londinenses como Highbury o Brixton, respectivamente.
Leé también: Por qué Google homenajea a la modelo Mama Cax
Mangrove; la ya citada Lovers Rock; Red, White and Blue; Alex Wheatle y Education son los títulos de las distintas entregas. Conviene afrontarlas en ese orden a la hora de la visión, para poder comprender la perspectiva mental que tuvo McQueen a la hora de filmarlas. Restaurantes, acentos idiomáticos, abusos policiales, racismo, revueltas callejeras, biopics, bullying e historias de iniciación son algunos de los tópicos que se desarrollan a lo largo de películas que van desde las dos horas de duración hasta la hora y monedas, sin que esto represente nada en concreto, ya que siempre la narración pasa mucho más rápido de lo que se imagina.
Tras 12 años… Steve McQueen tuvo más detractores que fans, y la crítica era un tanto comprensible, ya que la sensación era que se trataba de un largometraje pensado más para ganar premios que para trascender de manera artística. Small Axe revierte por completo ese pensamiento, y hace desear ver la próxima excursión del director. A esperar, entonces, con música reggae sonando de fondo como aperitivo.
ADEMÁS:
