Cada año se celebra el día Día Internacional del Trabajador el 1 de mayo, pero pocos de nosotros recordamos que esta fecha tuvo como principales protagonistas a los denominados “Mártires de Chicago”.
El 4 de mayo de 1886, las protestas que habían comenzado los primeros días de ese mes, llegaron a un punto crítico cuando los obreros de esa ciudad comenzaron a reclamar por la jornada laboral de 8 horas, entre otras mejoras en las condiciones de trabajo.
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Hacia fines de abril del mismo año, comenzó a popularizarse el lema: «Ocho horas para el trabajo, ocho para el sueño y ocho para la casa», en un nuevo reclamo del grupo conocido como «Noble Order of the Knights of Labor» (Noble Orden de los Caballeros del Trabajo).
En ese marco, el 1° del mayo comenzó un paro y durante cuatro días, alrededor de medio millón de personas protestaron en más de 5.000 puntos de huelga.
El 4 de mayo -en el cierre de las manifestaciones- mientras la policía reprimía a los manifestantes, un artefacto explosivo estalló y mato a un oficial e hirió a otros. Las fuerzas de seguridad respondieron abriendo fuego sobre la multitud, lo que dejó un saldo de varios muertos entre los obreros en lo que se conoció luego como la Revuelta de Haymarket.
Tres años más tarde, durante un Congreso en París donde se celebraba la Segunda Internacional -una organización obrera conformada por partidos socialistas y laboristas- se instituyó el 1º de mayo como el Día Internacional del Trabajador.
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En 1890, un año después de aquella decisión de la Segunda Internacional, se realizaron las primeras actividades en la Argentina para recordar y homenajear a los “mártires de Chicago”. Aunque fue décadas más tarde, durante la Presidencia del radical Marcelo Torcuato de Alvear en 1925, que el Gobierno decreto «día de fiesta» al Día de los Trabajadores, como acto administrativo que concedió asueto sólo a los estatales.
A pesar de ello, recién 19 años después, en la gestión de Edelmiro Farrell y con Juan Domingo Perón como secretario de Trabajo y Previsión, fue que la fecha pasó a denominarse «Día del Trabajo» y adoptó carácter oficial de feriado.
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