Hace instantes se conoció el veredicto del juicio oral por el escándalo de la valija del venezolano Guido Antonini Wilson. Julio De Vido fue absuelto, mientras que Jorge Felix Lamastra, Rosa Nélida García, Guillermo David Lucangeli y María Cristina Gallini fueron condenados a penas de prisión en suspenso de entre 10 meses y un año. Por su parte, Claudio Uberti fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión, además de a inhabilitación por 10 meses para el comercio, por 9 años para ser funcionario público e inhabilitación perpetua para ser miembro de fuerzas de seguridad. En tanto, Ricardo Echegaray quedó absuelto. Durante la audiencia, que comenzó a las 9:30, todos los acusados se declararon inocentes durante la audiencia.
En su momento, el hecho causó un gran revuelo. Todo comenzó el 4 de agosto de 2007, en plena campaña presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, que culminaría en su ungimiento como presidenta de la nación.
Esa madrugada, a las 2:38, el venezolano Antonini Wilson aterrizó en la terminal Sur del Aeropuerto Jorge Newbery, en CABA, y trató de ingresar una valija con USD 790.550. La agente de la PSA, María de Luján Telpuk, fue quien descubrió el dinero en la valija, a pesar de que cuando se le preguntó a Wilson qué llevaba en ella el declaró “libros y unos papelitos”. Telpuk abrió la valija y descubrió el dinero. “¿Cuánto dinero lleva?” preguntó. Wilson habría respondido “Unos USD 60.000″: o sea, 730.500 menos de lo que realmente había.
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Wilson fue trasladado a una oficina donde se contó el dinero. En el avión en cual Wilson había llegado, el cual fue contratado por la empresa Energía Argentina SA (ENARSA), viajaban ocho pasajeros: el ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales Claudio Uberti – el único pasajero juzgado en el juicio oral – Victoria Bereziuk, su secretaria (la cual fue sobreseída por la Cámara Federal), el ex titular de ENARSA Ezequiel Espinosa, Ruth Begrends Ramírez, Nelly Cardozo Sánchez y Wilfredo Ávila Driet. Daniel David Uzcátegui Specht. Este último fue testigo de toda la situación del conteo de dinero, y después se sumaron los otros funcionarios aduaneros implicados.
Wilson estuvo callado durante todo el conteo, según afirmaron los testigos. Pero Daniel Ingrosso, por entonces el jefe de Telpuk, afirmó que tuvo un breve intercambio con Wilson, donde este afirmaba ser un “un empresario de la carne” que “venía a invertir”.
El episodio pasó, y Wilson participó de un acto en Casa Rosada, luego del cual regresó a Miami. El gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner intentó a través de varios emisarios que el venezolano fuera a retirar el dinero y pagara la multa, sin éxito: no lo convencieron. A partir de ese momento, la justicia argentina intentó, sin éxito, la extradición del venezolano, solicitándolo ante las autoridades de Estados Unidos.
La investigación judicial estuvo a punto de prescribir: pasaron trece años. Uberti tuvo falta de mérito durante diez años: es decir que como se consideró que no había elementos suficientes para acreditar su responsabilidad quedó en libertad.
Cuando estaba a punto de prescribir, el juez Pablo Yadarola procesó al ex ministro de Planificación Julio De Vido y el ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, y también fueron procesados Bereziuk (luego sobreseída por la Cámara), Ezequiel Espinosa y los funcionarios aduaneros.
De acuerdo al alegato del fiscal Marcelo Agüero Vera se sostuvo que durante el juicio oral quedó probado que Antonini Wilson intentó ingresar al país una valija con casi 800 mil dólares “a pedido de Uberti” y “por orden de De Vido”, ya que los ex funcionarios “asumieron que no iba a haber controles y que la valija no iba a ser detectada”. Si bien pidió condenas para Uberti y Echegaray, no lo hizo para Ricardo Echegaray, que estaba acusado de encubrimiento.
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De los pasajeros del avión solo fue juzgado Uberti. Los venezolanos ni siquiera se presentaron a declarar como testigos. También fueron llevados a juicio cuatro funcionarios aduaneros: Rosa Nélida García, Guillermo David Lucangeli, María Cristina Gallini y Jorge Félix Lamastra.
Durante la audiencia, Uberti declaró: “Desde el primer momento me puse en forma voluntaria a disposición de la Justicia. Quedó demostrado que no tuve participación alguna en los hechos, todo lo demás son rumores”.
Una de las sospechas que siempre se barajaron era que el dinero que Wilson llevaba había sido enviado por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para el financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner. Wilson declaró eso en Estados Unidos, y aunque en el juicio oral no se logró demostrar esa hipótesis, se afirmó que el dinero había salido de las arcas de PDVESA, la empresa petrolera estatal venezolana.
Uberti también declaró que vio tres veces al venezolano: en un almuerzo, en Caracas, previo al vuelo de regreso a Buenos Aires, luego en el avión, y en la Casa Rosada, en ocasión de la visita de Chávez.
Sin embargo, la Fiscalía sostiene que había una relación previa entre ambos: Durante el alegato, se mencionó un llamado entre la secretaria de Uberti, Victoria Bereziuk, y Antonini Wilson, el 30 de mayo de 2007. Eso no es todo: se mencionó una anotación en una agenda del despacho del ex funcionario, que daba cuenta de una reunión con el empresario en Buenos Aires. La fiscalía sostuvo entonces que Uberti le había facilitado el acceso al avión donde Wilson viajaba, y que era uno de los principales interesados para que el dinero llegara a destino esquivando los controles.
Además se destacó que hubo varias comunicaciones entre Uberti y Antonini Wilson, luego del escándalo, por intermediación de su secretaria a través de su celular.
El tribunal anunció que el 27 de noviembre se darán a conocer los fundamentos de la sentencia.
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