Entre los factores que explicarían que Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza, quedara 7 puntos por detrás de Sergio Massa, el candidato de Unión por la Patria, se encuentra Lilia Lemoine, asesora de Milei y ahora diputada por la provincia de Buenos Aires por La Libertad Avanza. Y es que, a pocos días de las elecciones generales, Lemoine causó revuelo y hasta indignación por sus declaraciones acerca de un proyecto de ley que estaba preparando para que los padres puedan renunciar a la paternidad de sus hijos.
Inmediatamente después de los resultados de ayer, la interna libertaria no tardó en estallar. “La declaración de Lilia Lemoine lo único que hizo fue dañar”, acusó Iñaki Gutiérrez, community manager de Milei. “Largue las drogas, señora”, le contestó Lemoine por X (Ex Twitter). Pero Gutierrez no fue el único en disparar contra la cosplayer.
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“Lilia, cuando te tiraron kerosene te defendimos a muerte. Te pedimos que te calles hasta las elecciones y fuiste a decir “que los padres elijan si abandonar o no a un hijo” Te la mandaste. Esa sola pelotudez nos robó más de 200.000 votos seguro. Y me quedo corto”, le replicó el abogado libertario @lautaroscht.
El proyecto propuesto por Lemoine era tan polémico que es muy probable que haya impactado negativamente en la intención de voto de La Libertad Avanza. Cosechó críticas de parte de todo el arco político, y hasta el espacio libertario salió a despegarse, asegurando que se trataba de un proyecto personal de Lemoine que no había sido consensuado con el partido.
Pero Lemoine, quien se sigue defendiendo de las criticas, considera que es “atacada” por ser “una persona llamativa” y que la atacan para “lastimar más la imagen de Javier (Milei)”. También se ocupó de aclarar que “en principio no va a presentar la ley de renuncia a la paternidad” y que no era “una prioridad”.
Pero lo cierto es que el polémico proyecto no fue el único traspié de la influencer: ayer, en plena votación, en una escuela del barrio porteño de Santa Rita, salió del cuarto oscuro con una boleta de Milei en la mano. Al verla, los fiscales de mesa le impugnaron su voto alegando que el acto constituye, “voto cantado”. El Código Electoral es muy claro al respecto: “Ningún elector puede llegar a la mesa exhibiendo de modo alguno la boleta de sufragio, ni formulando cualquier manifestación que viole el secreto del voto”. En medio del cuestionamiento, Lemoine comenzó a discutir con los fiscales, quienes, cuando la discusión escaló, llegaron a acusarla de “fraude”.
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Según contó Lemoine, el episodio se desencadenó a raíz de que varias de las boletas del bloque que conduce Javier Milei habían sido alteradas. “Ingresé al cuarto oscuro y vi que las de nuestro frente estaban impugnadas. Les habían puesto ‘nazi’ en la boleta de Javier y ‘pajero’ en la boleta de Ramiro (Marra). Entonces, primero me encargué de poner mi voto dentro del sobre y cerrarlo, y después salí con las boletas para entregárselas a los fiscales para que las sacaran, porque no se pueden usar”, contó.
“Hiciste mierda la elección”, la cuestionaron usuarios mileistas en X. “Claro, no fue la alianza con Barrionuevo, ni cortar relaciones con el Vaticano, o hablar de vender niños u órganos. Claro, la culpa es mía”, siguió defendiéndose la ahora diputada. Lo cierto es que el “Factor Lemoine” parece haber sido más una resta que una suma para “El Peluca”.
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