Hoy, el peso argentino experimentó una baja del 1,38 % a 355 por cada dólar. Esto sucedió acorde a la aplicación por parte del Banco Central (BCRA) de una devaluación diaria (crawling peg) que se dará durante los siguientes meses con razón de lograr devaluaciones del 3% mensual, como adelantó el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein.
El precio del peso en el segmento oficial se mantuvo equilibrado en torno a las 350 unidades desde el 14 de agosto, luego de que el oficialismo quedara tercero en las PASO, que representó una devaluación del 17,9%.
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El ajuste, producido en un contexto de gran tensión financiera, fue la forma en la que el Gobierno respondió para mitigar la presión sobre las reservas internacionales que enfrentaba diariamente el Banco Central. En ese momento, se estableció un precio fijo de 350 pesos por dólar en el mercado mayorista, una medida temporal que, según estaba previsto, terminaría el día de hoy. Pasadas las diez de la mañana fue el fin del congelamiento.
A inicios del día, el dólar mayorista se ofreció a $353,05 en la punta vendedora, casi tres pesos por encima de su precio de ayer: es un avance muy chico, de menos del 1 por ciento. Las operaciones minoristas afectan a los precios del billete minorista, al dólar turista y para ahorro. De hecho, es el que aplica a los resúmenes de tarjetas de crédito que venzan a partir de hoy. Cada banco aplicará su propio ajuste. El minorista llegó a $ 368,50 en el Banco Nación, a modo de ejemplo.
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La fecha del cese del congelamiento del dólar oficial fue elegida de acuerdo a conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sergio Massa, quien además de candidato a presidente es el actual ministro de Economía, se desvió de las directrices del FMI. En lo que hace a reservas y déficit, las metas se cumplieron de forma considerable, y las monetarias sólo en términos formales. Esto ha causado cierto desconcierto en Washington. El ajuste cambiario se percibe como una concesión mínima de Massa para mantener una buena relación con el FMI, sobre todo cuando todavía no ocurrió el ballotage que podría, o no, darlo como ganador.
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