Esta tarde, el gobierno argentino autorizó la circulación de vehículos con la patente provisoria de papel, en el caso de ausencia de la chapa obligatoria, debido a la dificultad de importar los insumos necesarios.
A través de un comunicado se permitió el uso de equivalentes en papel ante «las dificultades para regularizar la provisión de los pedidos realizados por las oficinas registrales». Algo similar ya había ocurrido tiempo atrás, cuando se suspendió la emisión de nuevas cédulas (verde y azul) para conducir.
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Mediante un comunicado, la Casa de la Moneda, encargada de la impresión de las patentes, autorizó a las oficinas del registro a entregar «placas provisorias de papel». «Las entregadas a los usuarios en un plazo de 30 días, resultan prorrogables mientras el Registro no entregue las definitivas y mantendrán la misma validez para circular en la vía pública que las placas metálicas», agregó.
Además, plantearon «tener dificultades en lo inmediato para regularizar la provisión de los pedidos realizados por las oficinas registrales», algo que está directamente vinculado a la dificultad para ingresar los insumos necesarios para su producción.
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Si bien por el momento no hay fecha definida para la regularización de la situación, las autoridades correspondientes indicaron estar «llevando acabo acciones para la entrega de placas metálicas». Por otro lado, aseguraron que darán conocimiento a las fuerzas de seguridad tanto nacionales como provinciales así como de la Administración Nacional de Aduanas para evitar multas y penalizaciones que no correspondan.
Cabe destacar que el organismo produce 100.000 patentes nuevas y 20.000 de reposición por mes. Ese último número, varia dependiendo de las condiciones climáticas.
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