Después del ballotage, y de acuerdo a los datos del ministerio de Economía, durante la semana que pasó se registró una inflación del 3,1%. De acuerdo a lo difundido por la Secretaría de Política Económica los precios crecieron por encima del promedio en productos como carnes (3,4%), alimentos y bebidas de almacén (4,8%) y frutas (11,8%). Por otro lado, se han mantenido por debajo del promedio los precios de indumentaria (0,9%), los bienes regulados como tarifas (1,7%) y las verduras (-2,1%).
En el acumulado de las cuatro semanas anteriores al periodo antes mencionado, se ha observado un incremento del 10,8% en los precios. Lo interesante, es que se trata no de la medición del Indec, sino de la oficial realizada por el gobierno. En comparación a la semana previa, el aumento fue significativo, más del 0,8%, ya que había llegado a 2,3%. Esta cifra se mantuvo estable durante algunas semanas.
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Cuando aún no ha asumido el presidente electo Javier Milei, hay incertidumbre por saber qué pasará entonces con uno de los grande problemas de la economía argentina. El nuevo mandatario adelantó que su intención es cerrar la Secretaría de Comercio y que Argentina ingresará en un período de estanflación. Habrá que esperar para ver cómo repercutirá esta medida en los precios (en caso de efectuarse) y cómo pilotear la nueva administración la escalada inflacionaria.
Sin embargo los dichos del presidente Milei encendieron el debate entre economistas, ya que muchos señalaban que la estanflación es un fenómeno poco usual pero que no es la primera vez que ocurre en la historia reciente Argentina. Esta visión alega que la propia Cristina Kirchner convivió año por medio con esa realidad hasta dejar su segunda presidencia en 2015, al igual que lo hicieron sus sucesores, Mauricio Macri y Alberto Fernández.
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