Horas antes de que despegue el vuelo de Alberto Fernández hacia Bélgica, donde participó de la cumbre de la CELAC, la Dirección de Licencias de la ANAC envió un correo electrónico a las autoridades donde informó que había llegado una denuncia contra un piloto de Presidencia, que no se encontraba -aparentemente- en condiciones para volar.
Se trata de Juan Pablo Pinto, uno de los tres pilotos presidenciales. La notificación anónima alegaba cuestiones médicas, por lo que el organismo pidió “esclarecer el estado de aptitud del piloto”, según pudo saber el medio Infobae.
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Pinto también recibió un mail, con copia a otros funcionarios nacionales, donde se lo llamó a presentarse el 17 de julio en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica (INMAE). Además, se pidió que “hasta tanto se verifique su condición de salud” no vuele, a tan solo algunas horas de tener que transportar al mandatario.
Tras las complicaciones, el organismo terminó por darle una prórroga al piloto para someterse a los estudios “dentro del quinto día hábil posterior a la recepción del presente en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica (INMAE)”.
Pinto regresó del viaje a Bruselas, le realizaron los estudios, los aprobó y fue habilitado nuevamente hasta enero del 2024: “Se le hizo un análisis toxicológico, de sangre, auditivo, visual, clínico, un electro, y hasta un psiquiátrico”, detalló un funcionario de la Casa Rosada a Infobae.
Una vez que se solucionó el inconveniente, desde el Poder Ejecutivo ordenaron activar un plan para buscar más pilotos que estén a disposición de las autoridades del país, ya que hasta hoy la tripulación está compuesta por los tres que pilotaron el ARG-01 hasta Bruselas, quienes no están exentos de otras situaciones cuestionadas en el círculo interno de presidencia.
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LA INTERNA DE PILOTOS PRESIDENCIALES
El pasado 21 de junio, el ex Director General de Logística, Leonardo Barone, presentó su renuncia como piloto presidencial después de que el medio La Nación revelara que tenía un procesamiento firme en Comodoro Py, previo a su primer cargo en la función pública. Esto se dio después de que Barone fuera cuestionado por su polémica maniobra en Aeroparque.
Según confirmó el periodista Nicolás Pizzi, Barone acusa a Pinto de traición por la jugada posterior a conocerse su estado judicial. El mismo llevó el ARG-01 hasta Paraná para “habilitar” a Fabián Chionetti, un funcionario de la ANAC, como piloto del 757.
Con información de Infobae: Nicolás Pizzi
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