En las últimas horas se conoció un aberrante crimen en la localidad bonaerense de Olavarría que conmocionó a todos los vecinos. María Sandra Aguer y su hijo, Thiago Contreras, fueron hallados sin vida en un freezer de su casa. Marcelo Fabián Ene fue el homicida que, después de cometer el doble asesinato, se suicidó.
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Más adelante, el asesino explicó que congeló los cuerpos “para que pudieran ser velados”. La hipótesis de los investigadores es que la madre y el menor fueron asesinados a mazazos, ya que se encontró en la misma vivienda una maza con manchas hemáticas. Además, se presume que el hombre estaba bajo efectos de las drogas, debido a que se hallaron restos de cocaína.
QUÉ SUCEDIÓ
Las hijas más grandes de la mujer asesinada son quienes advirtieron a la policía, después de intentar comunicarse con su madre durante días, sin tener éxito. Además de las llamadas no contestadas, las jóvenes detallaron que, desde hace una semana, el hijo más chico no iba al colegio.
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Por otro lado, las hijas le advirtieron a la fiscal que su madre empezó a contestar mensajes de manera escrita, en vez de audios: “Aguer estaba operada de la vista, por eso solía mandar audios”, precisó Sobrino.
Bajo esta situación, las hijas se presentaron en la casa, y Ene las atendió, pero les dijo que su madre y su hermanito no estaban en la casa en ese momento. Finalmente, con el paso de los días, se descubrió la macabra situación.
Asimismo, se constató que no había denuncias previas por violencia de género contra el homicida. La causa está a cargo de la jueza Fabiana San Román, del Juzgado de Garantías 1.
Foto: gentileza El Argentino Diario
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