Si bien la participación de votantes en las elecciones de ayer creció siete puntos con respecto a las PASO (ubicándose en el 77,65 % del padrón), las elecciones de 2023 quedarán en la historia como algunas de las que tuvieron menor adhesión de votantes. De hecho, en las PASO había votado el 70,4% del padrón, la participación más baja desde 1983.
Este dato es llamativo si se piensa en el alto rating que tuvieron los debates presidenciales (el segundo, por ejemplo, logró un pico de 36,5), pero a pesar de eso primó un clima de desinterés, tristeza, y desesperanza.
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Es cierto que los votos suelen crecer desde las PASO a las elecciones generales, sobre todo en las elecciones presidenciales. Pero lo cierto es que la participación viene cayendo desde hace tiempo. La elección que consagró a Mauricio Macri presidente contó con una participación del 81 % del electorado, y hace cuatro años, cuando Alberto Fernandez fue ungido como presidente, fue del 80,4%.
Esta apatía ya se había manifestado en prácticamente todas las elecciones provinciales y se replicó a nivel nacional en las PASO, que también había registrado mínimos históricos, con excepción de los comicios del 2021, organizados cuando aún eran épocas de la pandemia COVID-19, donde la participación fue del 68 %.
De acuerdo a datos del Observatorio de Política Electoral del Ministerio del Interior, desde el retorno de la democracia la participación electoral siempre estuvo por encima del 70%, excepto aquella vez de 2021.
En los comicios presidenciales de 2007 votó el 76,2% del padrón. Se trataba de una elección donde los resultados ya podían adivinarse de las PASO, cuando Cristina Kirchner se impuso en primera vuelta con más de 20 puntos de diferencia sobre Elisa Carrió.
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Otros comicios con participación históricamente baja fueron los de 2003, luego de la gran crisis económica y social de 2001. La participación electoral fue del 78,2%.
Las cifras más altas de participación se registraron en las elecciones de los años 1983 y 1989, con más del 85% de la participación. En las elecciones siguientes de la década de 1990 los porcentajes bajaron, aunque no demasiado: la participación se mantuvo en un 82%.
En las elecciones presidenciales del año 2019, la participación en las PASO estuvo en un 76.40%, pero luego, en las generales el porcentaje escaló al 80 por ciento.
Desde que se implementaron las internas abiertas y obligatorias en 2011, la tendencia de que haya menor participación en las PASO se viene repitiendo. En las últimas elecciones de 2021, la participación fue de un 68% en las PASO, pero en las elecciones generales fue de un 71%.
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