La banda de sonido de la serie producida por Martin Scorsese y Mick Jagger hace foco en un momento de la historia del rock previo a la explosión del punk: la convivencia entre el glam y el hard rock.
Por Pablo Strozza (@pstrozza)
El periodista inglés Simon Reynolds suele decir que la música rock más interesante sucede no dentro de una movida musical hegemónica, sino en esos períodos en que, aparentemente, no pasa demasiado. Esa definición aplica perfectamente para Vinyl, la serie de HBO que producen nada más y nada menos que Martin Scorsese, Mick Jagger y Terence Winter, que transcurre en la ciudad de Nueva York en 1973, y que nos cuenta los devenires del mundo del rock en aquel entonces. No hablaremos en esta nota del programa: para eso está la querida Alejandra Casal, la experta en series de Border. Pero sí analizaremos la banda de sonido, que acaba de aparecer en nuestro país gracias a Warner Music.
Volvemos, entonces, a la Gran Manzana en 1973. Y para respaldar la sentencia de Reynolds en función a lo que suena en el CD de Vinyl, hay que situarse en aquella época. Una Nueva York con un altísimo índice delictivo, con dealers de drogas duras prácticamente en cada esquina de la ciudad. Y una ciudad en donde el arte brillaba en cada uno de sus espacios, con la Factory de Andy Warhol como mascarón de proa para un montón de manifestaciones de todo tipo que estaban por venir.
En el ámbito del rock, 1973 presentaba el auge del glam rock en Inglaterra, con el David Bowie de Ziggy Stardust y Marc Bolan como abanderados de la movida, que tenía su correlato estadounidense con la aparición del primer disco de los New York Dolls. Y también estaba el auge del hard rock, con Led Zeppelin batiendo récords de ventas y de convocatoria en shows: una banda que siempre fue mejor recibida en los Estados Unidos que en Inglaterra, su país de origen.
El soundtrack de Vinyl navega entre ese momento que, pocos años después, desembocaría en el punk rock, con los Ramones como pioneros absolutos. Así encontramos el más puro glam rock de Mott The Hoople, ahijados de Bowie que brillan en “All The Way From Memphis”, David Johansen, vocalista de los New York Dolls que regrabó su clásico “Personality Crisis”; la dulce música soul de Otis Redding y el viejo blues de Willie Dixon interpretado por Foghat.
Pero la canción clave es “Rotten Apple”, interpretada por Nasty Bits. El cantante de este grupo ficticio es James Jagger, hijo de ya sabemos quién, que junto a luminarias de la música de Nueva York como Lee Ranaldo y Steve Shelley (guitarrista y baterista de Sonic Youth, respectivamente) y al productor Don Fleming parieron una canción compuesta por Sir Mick en la que la primera referencia es el trabajo que supo hacer Richard Hell, pero que si ahondamos un poco más en declaraciones de Jagger Jr. y de Ranaldo es un homenaje a Jack Ruby, una banda de perdedores hermosos de esa era que, además de ser homónimos del asesino de Lee Harvey Oswald, fracasaron con su carrera musical en su momento y ahora viven su reivindicación.
Todos los temas que suenan en el CD de Vinyl aparecen en el primer episodio de la serie, un tour de force de casi dos horas dirigido por el propio Scorsese. Y más allá que en Spotify aparezcan playlists con lo que suena en cada uno de sus capítulos, el hecho que el soundtrack aparezca en CD no deja de ser un gesto romántico. Un guiño a esa época que se fue, en donde se escuchaba música de otra manera. Ni mejor ni peor: distinta. Warner promete la edición del Volumen 2 de Vinyl a la brevedad. Allí estaremos.