La empresa sigue operando a pesar de la cautelar que impuso la Justicia porteña y el rechazo explícito de la Legislatura. Conocé por qué genera tanta polémica y cómo funciona.
La pregunta está en boca de todos: ¿por qué Uber causa tanto revuelo? Ningún taxista porteño que esta semana haya salido con el auto logró evitar que sus pasajeros lo atacaran con inquietudes sobre el tema del momento.
¿Qué es Uber? ¿Por qué molesta tanto? ¿Qué piensan los taxistas de la Ciudad sobre el servicio? Lo primero que hay que tener en claro es que se trata de un conflicto en el que hay numerosos intereses cruzados.
Mientras la empresa norteamericana que conecta pasajeros con conductores de autos particulares se empeña en defender su servicio, los taxistas entienden que se trata de una “competencia desleal” y las autoridades del Gobierno de la Ciudad exigen que la compañía se acomode a las leyes vigentes.
Uno de los principales conflictos es la estrategia comercial con la que la empresa norteamericana, fundada en el 2009 en San Francisco, ha desembarcado en la Argentina. Uber decidió convocar a los choferes el 27 de marzo y 15 días después ya comenzaba a concretar sus primeros viajes. Salir primero, y prometer “ajustarse” a la regulación después no fue una decisión bien recibida.
Ejes de la disputa
Uber argumenta que su servicio no es ilegal y se ampara en el artículo 1280 del Código Civil y Comercial, que establece la figura del contrato de transporte. “En base a este código, una persona puede transportar a otra a cambio de un pago”, explicaron en un comunicado.
Además, con el objetivo de respaldar su propuesta como intermediario entre pasajeros y choferes particulares, advirtió que “están trabajando” en la documentación que se les requiere en la Argentina.
Los taxistas son los principales detractores de la compañía norteamericana. Argumentan que están frente a una “competencia desleal”, porque Uber no paga impuestos, no tiene CUIT, no tiene oficinas declaradas en la Ciudad, los choferes no cuentan con las licencias profesionales que a ellos sí les exigen y, por último, tampoco presentan los seguros correspondientes para proteger la integridad de los pasajeros.
“Para poder tener un taxi que pueda circular, todos los años tenemos que hacer un curso específico, la Verificación Técnica Vehicular (VTV) –que incluye papeles y habilitación, pagar los impuestos y tener al día todos los seguros», explica Luciano, propietario del taxi con el sale a trabajar de lunes a domingo.
«¿Qué es lo que queremos? Exigimos que Uber pague todo lo que pagamos nosotros si quiere funcionar en la Ciudad”.
En el medio de la disputa, la Justicia dio lugar al amparo que presentó esta semana Omar Viviani, líder del gremio de los conductores porteños, y ordenó al Gobierno porteño desarrollar «las medidas necesarias para suspender cualquier actividad que desarrolle la empresa Uber» en la Ciudad, hasta tanto haya una sentencia definitiva respecto del pedido de amparo del Sindicato de Peones de Taxis de la ciudad de Buenos Aires, la Cámara Empresaria del Autotaxi, la Asociación Civil de Taxistas de Capital, la Sociedad de Propietarios de Automóviles con Taxímetro y la Unión de Propietarios de Autos Taxis.
Desde la Secretaría de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, que preside Juan José Méndez, señalaron que para poder funcionar, la empresa estadounidense deberá cumplir con la ley 3622, que regula y especifica las condiciones del servicio de taxi. Según el funcionario, la innovación y los adelantos tecnológicos también deben respetar procedimientos y marcos legales.
Por su parte, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, eligió referirse al tema y celebró que se defienda a los taxistas, a quienes tomó como “un símbolo de la Argentina”.
Mientras tanto, la Legislatura aprobó el jueves, con 50 votos positivos y 5 abstenciones del bloque SUMA+, una declaración en la que rechaza el funcionamiento de Uber por la “falta de adecuación a las normas legales existentes”.
Antecedentes internacionales
- Francia: las autoridades francesas llegaron a detener directivos de la empresa luego de que la Justicia determinara que el servicio era ilegal.
- Alemania: empezó a funcionar en 2013 y provocó que la Asociación de Taxis de Berlín los denunciara ante la Justicia. Uber perdió la batalla legal y debe ofrecer su servicio con conductores con licencia profesional.
- Bélgica: prohibió en abril de 2014 el uso de la aplicación. Ocho meses después, Holanda hizo lo mismo con UberPOP, el servicio para solicitar vehículos particulares.
- España: la aplicación llegó en marzo de 2014, primero a Barcelona y luego a Madrid. Tras una serie de embates judiciales y pese a las resistencias, el 30 de marzo pasado Uber retomó su actividad con UberX, que ofrece a los usuarios la posibilidad de viajar con choferes que presenten la licencia de actividad de arrendamiento de vehículos (VTC).
- Fuera de Estados Unidos, la regulación a Uber se logró en cinco ciudades: Calcuta (India), Toronto (Canadá), Londres (Reino Unido), Ciudad de Singapur (Singapur) y Ciudad de México (México).