La cooperativa SanCor anunció el cierre de una de sus plantas de quesos en Santa Fe tras argumentar una gran cantidad de paros y de asambleas gremiales, lideradas por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), que no permitían el correcto funcionamiento del establecimiento.
La misma está ubicada en la localidad de San Guillermo y había sido reactivada a mediados de este año, luego de tres años de inactividad. Ahora su cierre parece definitivo y afecta a unos 26 trabajadores. Según la empresa se dieron incesantes bloqueos sindicales que no permitían cumplir con las metas de producción y privaban a la planta de ingresos esenciales.
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El establecimiento fue adquirido por la empresa SanCor en 1956. A lo largo de los años, abarcaron la producción de manteca, dulce de leche y caramelos. La última reactivación anunciada se dio en colaboración la empresa Aristeo SA, lo que había generado grandes oportunidades de crecimiento con respecto a producción y personal, ya que llegó a procesar entre 60.000 y 70.000 litros diarios de leche.
El pasado 14 de octubre comenzó uno de los momentos más difíciles para la planta en relación al conflicto con el gremio ATILRA. La primera protesta se dio por una demora en la creación de un fideicomiso de salvataje, aunque no tardó en ampliarse a un fuerte reclamo por los salarios de los trabajadores. En este caso, las reuniones donde intervino el Ministerio de Trabajo no dieron frutos y se llegó a la actual situación. Incluso se llegaron a desechar más de 100.000 litros de leche almacenados que no pudieron procesarse.
«Sancor viene enfrentando una situación muy particular y difícil. Desde hace más de 40 días, una medida gremial está paralizando la actividad productiva y comercial. La excusa esgrimida por el sindicato es la regularización de cuestiones salariales cuando, en realidad, es la no concreción del proyecto del Fideicomiso de Administración que el gremio impulsaba de la mano de empresarios, que no tenía ni la capacidad económica, ni de gestión, para un negocio de esta importancia, y en el cual el gremio aspiraba a participar en su dirección», detallaron.
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Según fuentes de la empresa, desde el 18 de diciembre, el gremio sostiene una medida de fuerza que rompe con la posibilidad de producir normalmente. Sin interrupción, cada día, el sindicato conduce asambleas de 4 horas de duración. Una por turno, en los tres turnos de 8 horas en los que trabaja la empresa láctea. Esto, lógicamente, reduce la actividad a la mitad y hace imposible mantener procesos automatizados continuos.
En este contexto, Atilra anunció que acudirá a la Justicia para denunciar penalmente a SanCor por supuesta evasión fiscal y por las presuntas deudas laborales pendientes con los trabajadores. Por su parte, SanCor ha negado estas acusaciones, afirmando que nadie se retira ni deja de cumplir sus funciones. El cierre de la planta de San Guillermo y el conflicto laboral subyacente reflejan no solo las dificultades económicas y de gestión que enfrenta SanCor, sino también las complejas dinámicas entre la cooperativa, sus trabajadores y el sindicato.
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