El Parque Nacional Los Alerces se encuentra sumido en una tragedia ambiental sin precedentes, ya que un despiadado incendio devoró 8000 hectáreas de su exuberante vegetación. La situación se torna aún más crítica con la previsión de intensificación de los vientos para este lunes y la disminución de la temperatura, mientras los expertos en emergencias permanecen alerta ante la posibilidad de tormentas eléctricas, según reporta Parques Nacionales.
El informe oficial indica que el fuego sigue activo, con zonas específicas de alta intensidad tanto en la cabeza como en los flancos y cola del incendio. Más de 400 personas, de las cuales 342 están dedicadas directamente a la extinción, trabajan incansablemente en el terreno para controlar la situación.
El intendente del Parque, Danielo Hernández Otaño, en declaraciones a Télam, expresó que los brigadistas continúan enfrentando desafíos significativos, especialmente en las zonas más distantes del norte y sudeste del área afectada. Aunque señaló que hay señales alentadoras, reconoció que el incendio presenta menos actividad que en días anteriores.
En tanto, Mario Cárdenas, jefe del departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias del Parque Nacional Los Alerces, advierte sobre la inminente llegada de vientos importantes, lo que podría complicar aún más las labores de contención. No obstante, destaca que se observa un progreso en la contención de los focos activos.
A pesar de la devastación, los servicios turísticos en funcionamiento dentro del Parque continúan operativos, aunque se insta a los conductores a extremar las precauciones al transitar por la Ruta Provincial 71, que atraviesa la zona afectada. Además, se ha establecido una restricción de navegación en el Lago Futalaufquen para facilitar las operaciones aéreas de abastecimiento de agua.
El incendio en el Parque Nacional Los Alerces es un trágico recordatorio de la fragilidad de nuestros ecosistemas naturales y la urgente necesidad de tomar medidas para su protección y preservación. En medio del desastre, la esperanza reside en el incansable esfuerzo de los brigadistas y el apoyo de la comunidad para salvaguardar este tesoro natural.