La decisión del presidente Javier Milei de eliminar los subsidios al transporte público generaron fuertes reacciones por parte de los gremios, quienes advierten sobre las consecuencias que esta medida podría tener para el sistema y para la ciudadanía en general.

En un comunicado contundente, la CGT y la Unión Tranviaria Automotor (UTA) expresaron su rechazo absoluto a esta acción gubernamental, señalando que la falta de una hoja de ruta y de un plan de transición adecuado podría llevar al colapso del sistema de transporte a nivel nacional. Advierten que el nuevo esquema implementado de manera abrupta y sin consideración a las paradas intermedias genera incertidumbre tanto para los trabajadores del sector como para los usuarios del servicio.

La eliminación del Fondo Compensador del Interior, que financiaba los subsidios del transporte en gran parte del país, ha sido especialmente criticada por los sindicatos, quienes argumentan que esta medida dará lugar a un aumento desmedido de las tarifas sin límites claros. Esta situación, según señalan, desencadenará conflictos entre el Estado Nacional y los Estados Provinciales, afectando directamente a la ciudadanía y poniendo en riesgo las fuentes de trabajo de los empleados del sector.

El comunicado sindical también hace hincapié en que la quita de subsidios se sentirá pronto en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), evidenciando la intención del Gobierno de modificar radicalmente el sistema de transporte público de pasajeros en todo el país, lo que genera preocupación y malestar entre los trabajadores y usuarios del servicio.

A pesar de las declaraciones del Estado Nacional asegurando que aquellos que necesiten del aporte del Estado seguirán contando con el tributo social a través de la tarjeta SUBE, los sindicatos denuncian que se está desregulando completamente el sistema, dejándolo en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad. Ante esta situación, instan a no quedarse como meros espectadores y a buscar una solución conjunta que garantice la paz social y la estabilidad del sector, ofreciendo su disposición para colaborar en la elaboración de una hoja de ruta o plan de transición que incluya a todos los actores involucrados.