La armonía entre el presidente Javier Milei y la que fue su candidata a gobernadora bonaerense, Carolina Píparo, se cortó luego del tratamiento de la Ley Ómnibus, cuando la ahora legisladora votó en contra del proyecto oficialista. Tras ser tratada como «traidora», respaldó a la cantante y actriz Lali Espósito en medio de sus cruces con el mandatario.
Ambos supieron ser importantes aliados, pero la discordia entre ambos comenzó a tener lugar después de la asunción del libertario como presidente de la Nación. Es que, a pesar de haber sido la candidata a gobernadora bonaerense, enfrentando a Axel Kicillof, no recibió un puesto importante en el gabinete, lo que habría molestado internamente.
La crisis se profundizó tras la votación en particular de la Ley Ómnibus, cuando la misma votó en contra de un inciso clave para la nueva administración. Por eso, recibió fuertes críticas desde La Libertad Avanza. Ahora, Milei apuntó directamente contra ella en medio de una entrevista y aseguró que para los «traidores no hay tabula rasa».
La diputada, que ahora armó un monobloque en el Congreso, redobló la apuesta y salió en defensa de la cantante y actriz Lali Espósito, que también había sido criticada por el mandatario con un polémico apodo: «Lali Depósito».
Píparo sostuvo en su cuenta de X que “personalizar y atacar a una artista por decisiones que tomaron otros políticos es erróneo». Y agregó: «Personalizar y atacar a una artista desde el poder del Estado es asimétrico. No es por ahí”.
Carlos Maslatón, también ex figura cercana a Milei, se metió en la discusión y comentó con ironía el posteo de la legisladora: “Bien, Carolina, ya dijo que no te remueven de la lista de traidores”, a lo que la diputada platense le respondió: “No es un problema para mí, no me muero sin la política Carlos, pero no coincido con listas negras nunca”.
Por otro lado, a otro usuario que indicaba que a ella le “dolían” los dichos de Milei, le replicó: “Nah, está todo bien, solo hay que enfocar donde corresponde”. Días atrás, Píparo había señalado que su intención era que al Gobierno le fuera bien, pero aclaró que eso no significaba “sumisión”.
Al respecto había planteado: “El problema más importante sigue siendo la inflación y el presidente va a lograr controlarla, hay que calmar un poco los nervios”.
