Es sabido desde hace tiempo que ser un trabajador con empleo formal no garantiza cubrir el costo de una Canasta Básica Total (CBT). El dato nuevo es que las estadísticas oficiales recientes arrojan que el ingreso promedio de los asalariados “en blanco” ya está por debajo de la línea de la pobreza.
Según el Indec, el valor de una CBT alcanzó en enero de este año los $596.823. Ese número representa el total de gastos que debe hacer una familia de cuatro personas para cubrir el 100% de sus necesidades básicas en el transcurso de un mes. Si bien se trata de un caso testigo, es el que se toma en consideración para determinar qué familias son pobres y cuáles no.
Por el lado de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social informó que la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) se elevó en enero de este año a $555.269. Esto da como resultado que los empleados formales estables ya tienen, en promedio, ingresos inferiores a una CBT y, por este motivo, están por debajo de la línea de la pobreza.
Esta diferencia mostrada puede aún ser mayor si tomamos en cuenta que el RIPTE muestra la evolución de los salarios en bruto. Si se toma lo que llega al bolsillo del trabajador, es decir, una vez que se restan las cargas sociales y los aportes patronales, el salario promedio en el mes de enero fue de $460.837. Este monto se encuentra por debajo incluso de una CBT para una familia de tres personas que es $475.140.
Hace un año un salario promedio de los trabajadores formales estables alcanzaba para adquirir 1,23 canastas básicas totales. Hoy, un sueldo medio basta sólo para comprar 0,93 canastas. La situación general en relación a los ingresos es delicada. En Argentina hay 2.975.000 ocupados demandantes, es decir que cerca de 3 millones de personas que tienen un empleo, buscan activamente otro.