La senadora nacional de Catamarca, aliada al bloque del kirchnerismo, Lucía Corpacci, fue foco de repudios tras ser acusada de tener «una actitud prejuiciosa» durante la comisión de acuerdos en la Cámara del Senado frente al candidato a Embajador Argentino en Israel, Axel Wahnish, quien también es el rabino de Javier Milei.
El episodio tuvo lugar el jueves a la noche durante el nombramiento de los embajadores. Y fue el Centro Simon Wiesenthal de Latinoamérica la organización que hizo eco de lo ocurrido, que calificó los dichos de la legisladora como algo «deplorable».
La senadora había expresado que el rabino defendería los intereses de Israel antes que los argentinos, por lo que se calificaron sus dichos como un acto de antisemitismo. Ante esto, tanto el Foro Argentino Contra el Antisemitismo como la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) apuntaron contra la legisladora, argumentando que «acusó a los ciudadanos judíos de ser más leales a Israel, o a las supuestas prioridades de los judíos en todo el mundo, que a los intereses de sus propios países».
Corpacci había expresado: «Lo primero que quiero decir es que a todos nos duelen los muertos en situaciones de violencia, sean del país que sean. Es muy importante dejar eso en claro, como también es importante dejar en claro que usted va a ser embajador argentino en Israel. Argentina es un país, un territorio de paz».
A lo que continuó: «Por lo tanto, cualquier decisión que se tome nos pone en situación de debilidad y de conflicto a todos los argentinos. Y eso es algo que usted tiene que tener muy en claro. Porque vuelvo a repetir, usted no es embajador de Israel en Argentina, es embajador de Argentina en Israel».
Ante estos dichos el Rabino apuntado por la legisladora, expresó: «Yo soy argentino. Usted es argentina, ¿no?. Mis padres son argentinos, mis abuelos son argentinos. Fui a escuelas públicas y me crié en este país. Tengo bien claro mi misión y tengo bien claro que yo soy un ciudadano argentino que paso a representar los intereses y los beneficios de Argentina. Ahora, yo le hago una pregunta a usted. ¿Por qué tuvo que hacer esa aclaración?».
A pesar del cruce, el rabino decidió terminar con la situación: «Yo tengo claro mis intereses y personalmente no me queda del todo claro por qué habría que aclarar esa diferencia. Obviamente, todas las decisiones que vamos a tomar, yo no soy una persona aislada, Argentina tiene un gobierno, un gobierno democrático y este gobierno funciona en equipo con ministerios, con poderes legislativos, judiciales, ejecutivos».
Los dichos de la senadora tuvieron su respuesta por parte del Centro Simon Wiesenthal de Latinoamérica, desde donde se apuntó contra la funcionaria y su provincia: «Rechazamos la actitud prejuiciosa de la senadora Lucía Corpacci, poniendo bajo sospecha de doble lealtad al candidato a Embajador Argentino en Israel propuesto por el ejecutivo. Quizás por eso Catamarca sea una de las 4 provincias que aún no han adoptado la Definición de Antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA)».
En esa línea, también la DAIA emitió un comunicado al respecto de la actitud de Corpacci: «Constituye una extranjerización, lo cual conforma uno de los ejemplos concretos de la definición de antisemitismo de la IHRA y que fuera adoptada por la Argentina: ‘Acusar a los ciudadanos judíos de ser más leales a Israel, o a las supuestas prioridades de los judíos en todo el mundo, que a los intereses de sus propios países'».