El miércoles pasado, un joven de 33 años fue asesinado por su compañero de trabajo en una peluquería de Recoleta, sobre la calle Beruti. La víctima se reconoció como Germán Medina y el autor del homicidio como Abel Guzmán. Según informó la investigación a cargo de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, Guzmán sigue prófugo luego de escapar por la ventana, inmediatamente después de cometer el crimen.
En el mismo día, se dio a conocer el vídeo que evidencia el momento exacto del asesinato, pero hoy aparecieron nuevos vídeos que, a través de la lectura de labios, permitieron conocer los últimos comentarios que Guzmán le hizo a cada uno de los testigos.
Lo primero que se descifró fue que era Juan Verdini, el dueño de la peluquería, quien mantenía la conversación con Abel Guzmán previo a sacar el arma de su cintura. Luego lo miró fijo y le dijo “¿Cómo?”, a lo que el peluquero trató de calmarlo tocándole el brazo. Sin embargo, logrando el efecto contrario, Abel le respondió: “No me toques”.
Segundos después, con el arma en la mano, se ubicó detrás de la única mujer en la peluquería. La joven trató de escapar, provocando más enojo en el imputado. “¿Ah si? Sentate ahí, sentate ahí”, continuó.
La conversación siguió cuando Abel Guzmán volvió a mirar a Verdini y le recordó la reunión que tuvieron unos minutos antes. “Hace rato te buscaba” le dijo.
“¿Ustedes se dan cuenta? ¿Qué decís?” gritó refiriéndose y mirando a todos los empleados del local, pero cuando el dueño amagó a moverse, señalando a Germán Medina, Guzmán exclamó: “Te quedás ahí, es con él”.
Fue en ese instante en el que miró de manera fija a su compañero de trabajo y le dijo “Mirame”. Luego de esas últimas palabras, en el video se puede ver como aprieta el gatillo y asesina a Medina antes de escapar.
EL MOVIL DEL CRIMEN
Hasta donde la investigación llegó, se estima que los hechos fueron consecuencia de la mala relación laboral que había entre los dos y por “un problema que tenían con el formol”.
Según los agentes, Medina había alertado al dueño de la peluquería que Guzmán utilizaba formol en sus clientes, un producto prohibido por su toxicidad. Ante esto, el dueño bajó de categoría a Abel y puso a la víctima en su lugar. Se cree que esta podría ser la gran causa del homicidio.