En medio del preocupante brote de dengue que ya afectó a más de 180 mil personas y provocó 130 fallecimientos, el Ministro de Salud, Mario Russo, reconoció una situación problemática en cuanto al suministro de repelentes para combatir al mosquito transmisor de la enfermedad.
«Estamos enfrentando un cuello de botella en la provisión de repelentes, pero confiamos en poder resolverlo en los próximos días. Algunos laboratorios estatales provinciales han aumentado su producción para hacer frente a esta demanda. Nos estamos adaptando a esta nueva realidad epidemiológica», explicó Russo durante una entrevista radial.
El funcionario minimizó la escasez de repelentes, señalando que esta situación es más evidente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). «La disponibilidad de repelentes varía en diferentes regiones de Argentina. En áreas endémicas, hay suficientes repelentes y espirales, pero observamos mayores dificultades en el AMBA», afirmó.
Al mismo tiempo, Russo reiteró la necesidad de proceder con cautela respecto a la eficacia de la vacuna actualmente disponible para este brote: «la vacuna actualmente disponible no es efectiva para controlar este brote. Según la OPS, se necesitarían casi ocho años para contenerlo. Estamos evaluando los datos de la fase 4 en Argentina y Brasil para determinar su eficacia en grupos específicos», agregó.
«La mirada que tenemos nosotros, como órgano rector que define calendarios de inmunización, es de suma prudencia. La vacuna que aprobó ANMAT ha superado la fase 3, se mostró segura y eficaz en personas de 4 a 16 años», detalló el funcionario.
«Nos encontramos en una etapa de recopilación de datos para tomar decisiones informadas en colaboración con expertos y organismos internacionales. Esperamos tener información concluyente en los próximos 60 días», concluyó el Ministro en relación con la estrategia frente al brote de dengue.