Tras siete meses de la muerte de la actriz y modelo Silvina Luna, se conocieron los detalles de su última voluntad, que fue cumplida por su hermano Ezequiel y el abogado Fernando Burlando: «Es algo que ella les pidió. Tienen registrado todo, sobre todo el tratamiento”, aseguró el periodista de espectáculos Ángel de Brito.
En este contexto, el conductor de LAM contó la situación que se vivió para poder cumplir con estas voluntades y confirmó que se trata de una serie sobre la modelo y el sufrimiento que padeció tras la mala praxis.
De Brito habló sobre el material recolectado para el desarrollo de la serie: “Se verán cosas inéditas de su fallecimiento y de las complicaciones que tuvo”, en referencia a la cirugía estética que le realizó Aníbal Lotocki en 2011, y que le trajo complicaciones para el resto de su vida.
Por último, deslizó que Burlando le anticipó lo que le espera al cirujano, que está detenido en Ezeiza: “Me dijo que no va a salir nunca más de prisión. Los ocho años los va a tener que cumplir, pero se le van a sumar nuevas condenas”.
La muerte de la modelo abrió un amplio debate en las redes sociales sobre el amor propio y las exigencias que se le imponen a las mujeres para cumplir con los estereotipos de belleza. Luna se sometió en 2011 a una cirugía para aumentarse el tamaño de la cola, pero la intervención la perjudicó para toda su vida, ya que el material que le inyectaron le provocó fallas renales a los pocos años.
Por otro lado, Ximena Capristo, había contado en Socios del Espectáculo, que la modelo se animó a operarse porque estaba de moda tener una cola “perfecta”. En esa línea, detalló: “Vino una chica con una cola espectacular. No la voy a nombrar porque no dijo que se había operado la cola, e hizo un desfile. La cola era espectacular. Nosotras ‘¿quién te hizo la cola?’. Ahí Silvina no se había hecho nada todavía”.
Luego, la panelista del ciclo Mariana Brey contó que en ese momento también persuadían a las jóvenes a ponerse prótesis mamarias. «Estaba la idea de que si tenías tetas grandes ibas a facturar más”. A lo que añadió: “Con Silvina arrancamos juntas después de Gran Hermano. Muchas veces te condicionaban. Lamentablemente, el medio estaba contaminado de productores, de empresarios, que te sugerían que si no te las hacías no te contrataban. A Aníbal Lotocki lo trajo Pamela Sosa, ella vino a Bravísima y todos querían su cola”.