Esta tarde los senadores de la Nación votaron en menos de un minuto el aumento de sus dietas. Ahora, pasarán a cobrar casi 4,5 millones de pesos en mano, lo que despertó fuertes críticas, muchas apuntadas contra la presidente de la Cámara Alta, Victoria Villarruel. En ese contexto, salió a responder a quienes la cuestionaron.
«Hoy los senadores de todos los bloques acordaron un aumento de su salario que fue votado a mano alzada en el recinto por contar con los votos necesarios para hacerlo», comenzó la vicepresidente.
Y explicó: «Como Presidente del Senado NO soy senadora, no cobro del Senado y NO puedo interferir en esas decisiones. Tampoco puedo obligar a que se vote nominalmente ni a que se justifique la decisión avalada por todos, porque NO soy senadora».
«Podría haberme levantado para no que no salga mi foto y parte del periodismo y de los trolls me acusen de lo que NO tengo injerencia alguna pero siempre doy la cara y hoy no va a ser la excepción. Lamento que se le mienta al pueblo y ciertos sectores aprovechen para intentar ensuciarme, pero lo que sucedió en el Senado es perfectamente legal y NO tengo herramienta alguna para frenarlo», cerró.
Hoy los senadores de todos los bloques acordaron un aumento de su salario que fue votado a mano alzada en el recinto por contar con los votos necesarios para hacerlo. Como Presidente del Senado NO soy senadora, no cobro del Senado y NO puedo interferir en esas decisiones. Tampoco…
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) April 18, 2024
EL AUMENTO DE SENADORES
El Senado aprobó a mano alzada y sin debate previo, el acuerdo para imponer un fuerte aumento en sus dietas que elevará los sueldos a $6.732.000 bruto. Dicho monto, con los descuentos, dejará en mano a cada senador más de $ 4,5 millones, mientras que hoy cobran $1.7 millones.
En el recinto, el encargado de tener la iniciativa fue el senador del peronismo disidente Juan Carlos Romero, que solicitó la incorporación del proyecto de resolución 615/24 que aún no está cargado en la web de la Cámara alta, y pidió habilitarlo sobre tablas. Se necesitaban dos tercios. Villarruel puso la definición a mano alzada y, pese a que algunos legisladores no lo hicieron, quedó convalidada.