El Gobierno argentino oficializó el pasado lunes los nuevos precios para los boletos de tren, los cuales entrarán en vigencia a partir de mayo. La subida, que representa un aumento del 53,8%, se suma a un acumulado del 684% en lo que va del año. Este incremento afecta significativamente el acceso al transporte público en el país.
A principios de enero, el pasaje mínimo en las líneas Roca, Belgrano Sur y Belgrano Norte costaba 25,72 pesos, mientras que en los ferrocarriles Mitre, Sarmiento, San Martín y Urquiza era de 33,28 pesos. Sin embargo, a mediados de enero, estas tarifas sufrieron un aumento del 45,32%, elevándose a 37,38 y 43,38 pesos respectivamente. En febrero, ambos precios se unificaron en 130 pesos, lo que representó un aumento del 247,7% y 199,6% respectivamente. Ahora, el boleto mínimo se elevará a 200 pesos, un aumento del 53,8%. En menos de cuatro meses, la subida acumulada alcanza el 677% en algunas líneas, mientras que en otras llega al 500,9%.
En cuanto a los recorridos intermedios y más largos, los aumentos han sido igualmente significativos. Por ejemplo, el recorrido intermedio (de 12 a 24 kilómetros) que costaba 33,29 pesos a principios de año, pasará a 260 pesos en mayo, un aumento del 681%. Similarmente, los recorridos más largos (más de 24 kilómetros) que costaban alrededor de 40,85 a 52,95 pesos en diciembre, subirán a 320 pesos en mayo, representando un incremento del 683,9% y 504,3% respectivamente.
Para aquellos que no tienen la tarjeta SUBE registrada, los precios aumentan considerablemente. Ahora, el recorrido corto costará 400 pesos, el intermedio 520 pesos y el largo 640 pesos, lo que representa un incremento del 1455% para algunos usuarios.
Además, el costo del subte porteño también ha experimentado aumentos considerables. A partir de mayo, se espera un nuevo incremento que llevará la tarifa a 667 pesos por viaje, y en junio sufrirá una nueva suba que lo llevará a 757 pesos por viajo. El aumento en los precios del transporte público está generando preocupación entre los ciudadanos argentinos, quienes ven cada vez más difícil acceder a este servicio esencial.
