La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), liderada por Elio Del Re, denunció que el Gobierno nacional planea implementar el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) dentro de la Ley Bases, lo que según ellos conduciría a una «competencia desleal».
Según Del Re, este régimen podría favorecer la importación de productos en detrimento de la producción nacional, creando una disparidad injusta. En este contexto, el dirigente explicó que los beneficios fiscales propuestos por el gobierno podrían hacer que importar productos resulte hasta un 30% más barato que producirlos localmente, lo que distorsionaría el mercado.
El RIGI, parte del proyecto de la Ley Ómnibus presentado al Congreso -y que se tratará desde este lunes en la Cámara de Diputados- ofrecerá exenciones fiscales y aduaneras, así como la posibilidad de disponer de un porcentaje de divisas generadas por exportaciones en un plazo determinado.
Sin embargo, según ADIMRA, estos beneficios podrían poner en desventaja a los fabricantes locales, que deben hacer frente a costos de importación considerables, que representan entre el 15% y el 35% del valor total de los bienes. Además, el régimen no contempla medidas para impulsar el desarrollo de proveedores locales, afectando negativamente a la industria metalúrgica y a las pequeñas y medianas empresas (PyMES).
Ante esta situación, ADIMRA mandó una carta al ministro de Economía, Luis Caputo, y a las autoridades parlamentarias, solicitando una revisión del proyecto. Allí advierte que el RIGI podría perjudicar directamente a la industria nacional y a las PyMES en favor de grandes empresas y las importaciones.
Del Re destacó que el régimen exime de impuestos a las empresas beneficiarias durante 30 años, lo que les otorga una ventaja significativa sobre aquellas que ya han invertido en el país. Sin embargo, estos beneficios no vienen acompañados de obligaciones que promuevan el desarrollo del sistema productivo en su conjunto, lo que podría afectar la sostenibilidad macroeconómica del país.
En línea con estas preocupaciones, se observó una caída significativa en la actividad metalúrgica. Un informe reciente reveló una disminución del 17,7% interanual en marzo y un descenso del 6,6% en el primer trimestre del año. La capacidad instalada también está en caída, con más de un 10% interanual, alcanzando uno de los niveles más bajos en los últimos ocho años.
Desde ADIMRA señalaron que «la situación actual plantea desafíos significativos para el sector metalúrgico y destaca la necesidad de medidas que protejan y fortalezcan la producción local».