La Universidad de Buenos Aires (UBA) ha experimentado un notable ascenso en el prestigioso ranking internacional de universidades elaborado por la consultora británica Quacquarelli Symonds (QS). En la reciente clasificación, la UBA escaló 24 posiciones, pasando del puesto 95 al 71 a nivel global.
Este avance permitió a la UBA superar a la Universidad de São Paulo (Brasil), que el año pasado ocupaba el primer lugar en la región. Con este logro, la UBA recuperó la primera posición regional que había perdido anteriormente.
En algunos indicadores, la UBA se encuentra entre las 50 mejores universidades del mundo, destacándose en resultados de empleabilidad (puesto 13), reputación académica (puesto 35) y reputación entre empleadores (puesto 38).
«El mejoramiento es en parte por el correcto análisis y la puesta en común de todas las líneas programáticas de la UBA en materia de sustentabilidad, lo que nos permitió subir 245 posiciones en esa dimensión y mejorar los resultados de la empleabilidad de nuestros graduados», señalaron en un comunicado oficial.
En el ámbito nacional, la UBA se sitúa a la cabeza, seguida por la Universidad Católica Argentina (puesto 481), la Universidad Austral (puesto 524) y la Universidad Nacional de La Plata (puesto 534), entre otras.
Desde la Universidad Austral subrayaron que el ranking los posiciona como «la universidad de gestión privada del país con mejor reputación académica y entre los empleadores».
Sobre el QS Global Ranking
La empresa británica Quacquarelli Symonds (QS) elabora desde 2004 el QS World University Rankings, uno de los rankings universitarios más reconocidos y utilizados internacionalmente. De las casi 24.000 universidades existentes en el mundo, el QS Ranking evalúa a las 1500 instituciones más destacadas e influyentes en la educación superior global, con el objetivo de proporcionar a la comunidad académica un informe detallado de cada universidad.
En su 20º aniversario, QS introdujo cambios en su metodología, lo que implicó variaciones en las ponderaciones de los seis indicadores tradicionales y la inclusión de tres nuevas métricas que amplían las dimensiones de sustentabilidad, empleabilidad e investigación.