El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, opinó que el aumento en las tarifas de electricidad y gas que rige desde el 1º de junio «no es significativo en términos absolutos, porque la bonificación del Estado sigue siendo muy importante».
El miércoles, el Gobierno oficializó las modificaciones de los topes de consumo máximos subsidiados y las bonificaciones sobre los precios mayoristas de energía eléctrica y gas natural para los usuarios de ingresos bajos y medios.
La medida, que implicó un incremento del 150% en las boletas de energía, responde a que «los subsidios estaban mezclados con las tarifas», y «las tarifas estaban planchadas o congeladas», según explicó Chirillo en declaraciones radiales.
«La gente no sabía bien qué estaban pagando y la cantidad de dinero que el Estado ponía a través de los subsidios», aseguró el secretario de Energía, quien recordó que en febrero el Gobierno comenzó con «el primer sinceramiento que requerían las tarifas y los subsidios para todos los usuarios con conceptos que no estaban instalados en Argentina».
¿Por qué el Gobierno aumentó las tarifas?
El funcionario reiteró que el incremento de las tarifas «es parte de un reordenamiento» que lleva adelante desde la secretaría de Energía, que depende del Ministerio de Economía. «El costo del sistema hay que sostenerlo entre todos. El subsidio era ilimitado. Y eso no ocurre en ningún país», enfatizó.
En ese sentido, Chirillo explicó que el objetivo del Gobierno es focalizar los subsidios para que se destinen «al vulnerable, porque para el Estado el subsidio más caro que hay es cuando otorga dinero a quien no lo necesita».
Es que para el funcionario dicha situación «llevó a la necesidad de un reordenamiento para hacer más transparente y eficiente el sistema», ya que a su entender, el kilovatio «tiene que reflejar el costo del suministro y no estar asociado a la capacidad adquisitiva de la gente».
Además, aseguró que durante los últimos 20 años el monto de subsidios que el Estado nacional otorgó alcanzó los USD 104.000 millones.
Por último, el secretario de Energía precisó que a partir de este mes «no va a considerar, como se estableció inicialmente, la inflación pasada», que en abril fue del 8,8%. En cambio, para los ajustes y «para mantener el valor real de las tarifas», se va a tener en cuenta «la inflación futura, dado el proceso de descenso inflacionario que estamos teniendo».