Luego de que trascendiera la aprobación de la octava revisión del programa del Fondo Monetario Internacional (FMI), la número dos del organismo, Gita Gopinath, advirtió que el país tiene que mejorar la calidad del ajuste y seguir con “los esfuerzos para reformar el impuesto a las ganancias, racionalizar los subsidios, los gastos tributarios y reforzar el control del gasto”.
El directorio aprobó formalmente el jueves pasado la octava revisión de las cuentas públicas de la Argentina y destrabó un desembolso de US$800 millones. En este contexto, la subdirectora explicó: “Desde la última revisión, las continuas y decididas medidas para restablecer la estabilidad macroeconómica han encarrilado firmemente el programa”.
En ese sentido, la funcionaria del FMI señaló a través de un comunicado que “los riesgos siguen siendo elevados y se requiere una implementación ágil de las políticas”. Además, indicó que la política monetaria y cambiaria deben “evolucionar para seguir afianzando el proceso de desinflación y mejorar aún más la cobertura de reservas”.
Y continuó: “El plan de estabilización -centrado en una sólida ancla fiscal sin financiamiento monetario- ha generado superávit fiscales y externos, un significativo aumento en las reservas, un fortalecimiento del balance del banco central y una desinflación más rápida de lo previsto, al tiempo que se ha incrementado el gasto social. Todas las metas cuantitativas de desempeño hasta finales de marzo se cumplieron, y se avanzó en la implementación de las reformas estructurales”.
También, la funcionaria mencionó algunos pendientes del gobierno de Milei: “Persisten algunos desequilibrios macroeconómicos y obstáculos al crecimiento, y aún queda por delante un proceso con desafíos. Se deben seguir fortaleciendo las políticas para afianzar los avances logrados hasta ahora, al igual que seguir ampliando el apoyo político y social a las reformas y protegiendo a los más vulnerables”.
En esa línea, Gopinath sumó: “Se han logrado avances sustanciales en alcanzar el equilibrio fiscal y ahora se debe dar prioridad a seguir mejorando la calidad de la consolidación fiscal. Deben proseguir los esfuerzos para reformar el impuesto a las ganancias de las personas físicas, racionalizar los subsidios y gastos tributarios y reforzar el control del gasto. Más allá de este año, será fundamental profundizar las reformas de los sistemas tributario, de pensiones y coparticipación, para así gradualmente eliminar los impuestos distorsivos”.
Asimismo, detalló: “la política monetaria y cambiaria debe evolucionar para seguir afianzando el proceso de desinflación y mejorar aún más la cobertura de reservas. Para apoyar la transición hacia un nuevo régimen monetario, en el que la estabilidad financiera y de precios sigan siendo los objetivos primordiales del banco central y donde el uso de divisas sea de libre elección, la tasa real de política monetaria se mantendría positiva para sostener la demanda de pesos y seguir reduciendo la inflación”.
Y concluyeron: “Una mayor atención a las reformas a nivel micro contribuirá a apoyar la recuperación e impulsar el potencial de desarrollo. Las reformas propuestas para mejorar la competitividad, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y mejorar la previsibilidad del marco regulatorio de la inversión son pasos en la dirección correcta, y su aprobación y cuidadosa aplicación deberían ser prioritarias”.