En la jornada del viernes, después de declarar durante varias horas y responder más de 60 preguntas, Laudelina Peña, la tía de Loan, el menor desaparecido hace más de tres semanas en Corrientes, quedó presa e imputada por “sustracción, alteración de evidencias, ocultamiento de la víctima y por tener un rol activo en esos delitos”. Contradicciones en sus relatos, chats con su hija y el botín del nene, son las pruebas en su contra.
La acusación fue realizada por el fiscal federal de Goya Mariano de Guzmán y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), que habían reiterado este jueves la solicitud de que se convoque a la sospechosa a prestar declaración indagatoria.
Mientras, este sábado se informó que Laudelina, séptima detenida en la investigación, será trasladada al penal de mujeres de Ezeiza, en Buenos Aires.
“En esa presentación (por el acto de imputación), ampliaron los fundamentos explicando que en el caso se han incorporado nuevos elementos de prueba que resultan cruciales para el avance de la causa, inclusive por fuera de la declaración prestada por la mujer en el fuero provincial, y que la ubican como una persona de especial interés para la investigación, con un claro rol activo”, detallaron fuentes judiciales sobre Laudelina.
Para la fiscalía “hay motivos suficientes para sospechar que la conducta imputada a Peña se corresponde, en principio, con su posible participación en una maniobra de sustracción y ocultamiento del niño, sin perder de vista que el hecho imputado podría haber sucedido en un contexto de criminalidad organizada o compleja, y como parte de un supuesto enmarcado en un delito federal”, agregaron.
Trascendió que en la nueva declaración de la tía de Loan, presentó contradicciones realmente llamativas. Hace una semana dijo que al niño lo habían atropellado y enterrado María Victoria Caillava y Carlos Pérez, pero este viernes señaló que no sabía dónde estaba el cuerpo. Luego, sostuvo que creía que su sobrino estaba vivo.
Las evidencias
Entre otras pruebas que la complican, se revelaron mensajes de WhatsApp con su hija, en los que Laudelina le escribe: «Encontré este botín”, y su hija le responde: “¿El de Loan?”. Luego la acusada le envía la foto de la zapatilla del nene.
La Justicia pregunta, ¿por qué Laudelina tenía ese calzado? Ella confesó que la habían obligado a «plantarlo» en el naranjal de la abuela hacia donde supuestamente iba el pequeño aquel 13 de junio, maniobra utilizada para desviar la investigación.
Elementos y demasiadas evidencias para sospechar de esta mujer, que se transformó en la séptima detenida de la causa.
