El litio, conocido como el «oro blanco» de la transición energética, es fundamental para la economía argentina. Este mineral, esencial para las baterías recargables utilizadas en vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos, promete grandes inversiones y desarrollo. Sin embargo, la reciente caída en su precio genera incertidumbre sobre el futuro de estas inversiones.

Argentina tiene aproximadamente el 20% de las reservas globales de litio, posicionándose entre los principales productores a nivel mundial. Pese a esto, la reducción del precio del litio afecta actualmente los planes de expansión de las empresas del sector. Muchas compañías pidieron al gobierno ajustes en la política de austeridad para mejorar la infraestructura en el noroeste del país, donde se encuentran los yacimientos más importantes. El Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) fue señalado como una posible solución para acelerar el desarrollo de proyectos y alcanzar los niveles de producción y exportación esperados para 2025. Sin embargo, la caída del precio del litio complica estos planes.

En 2023, Argentina produjo 40 mil toneladas de carbonato de litio, y se espera que esta cifra aumente con la entrada en producción de varios proyectos nuevos. El proyecto Cauchari Olaroz, operado por Minera Exar, ya comenzó su fase de producción y se une a las plantas operativas de Fénix y Olaroz, ambas gestionadas por Arcadium Lithium.

Recientemente, se anunció el inicio de la producción en el proyecto Centenario Ratones en Salta, operado por Eramine Sudamérica. Este proyecto es innovador al utilizar el método de Extracción Directa de Litio, una alternativa más eficiente a los tradicionales piletones de evaporación. Además, se esperan más incorporaciones, como Tres Quebradas en Catamarca (Zinjin), Sal de Oro en Salta (Posco), y Mariana en Salta (Ganfeng), lo que podría llevar la producción total a superar las 200 mil toneladas anuales si se alcanzan las capacidades máximas.

Efectos en las exportaciones y el precio del litio

A pesar del aumento en la cantidad exportada de litio, las ventas al exterior en los primeros cinco meses de 2024 fueron de 227 millones de dólares, una disminución del 38,8% interanual. Esta caída se debe principalmente a la reducción del precio del litio, que en abril de 2024 promedió 13.653 dólares por tonelada, una caída del 59,4% en comparación con el mismo mes del año anterior.

La volatilidad del precio llevó a empresas como Arcadium Lithium a ralentizar sus proyectos de expansión, mientras que Lake Resources anunció la posible venta de activos no esenciales en Jujuy y Catamarca y redujo su personal en todo el mundo en más del 50%.

Perspectivas futuras y desafíos

Ante este panorama, el mercado del litio enfrenta un futuro incierto. A pesar de las expectativas de recuperación en la demanda de baterías para vehículos eléctricos, la abundante oferta de carbonato de litio mantiene los precios bajos. Las proyecciones a largo plazo sugieren que el precio del litio podría estabilizarse entre 11.000 y 12.000 dólares por tonelada, lejos de los picos observados en años anteriores. Expertos en el sector consideran que el precio para que la mayoría de los productores ganen dinero debería estar entre US$15.000 y US$20.000 dólares.

En este contexto, para que Argentina mantenga su posición competitiva en el mercado global del litio, será crucial que el gobierno y las empresas adapten sus estrategias a las nuevas condiciones del mercado. La implementación de políticas de incentivo efectivas y la mejora de la infraestructura serán determinantes para atraer y mantener inversiones en el sector.