La Argentina se prepara para enfrentar un verano complicado, marcado por la amenaza de cortes masivos de electricidad y ante un panorama diplomático tenso con Brasil. Un informe reciente de Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista — y que depende del Gobierno nacional–, revela que la generación eléctrica del país no alcanzará para cubrir los picos de demanda proyectados para los meses más calurosos del año.
El documento advierte que este verano, el consumo de energía podría llegar a 30.700 megawatts (MW), superando el récord histórico de 29.653 MW registrado en febrero de este año. El informe de Cammesa prevé que en la operación crítica ante una ola de calor se tendrá que “reducir las reservas operativas”. Y agrega: “De no contar con la importación considerada (2.500 MW), agotando las reservas operativas (2.210,4 MW), será necesario realizar cortes a la demanda”.
Este aumento en la demanda, combinado con las limitaciones en la capacidad de generación local y las complicaciones para importar electricidad y gas, pone al país en una situación crítica. En el análisis se destaca que incluso agotando las reservas operativas, será necesario realizar cortes de energía para equilibrar la oferta y la demanda.
Las previsiones de Cammesa indican que durante los picos de calor, la generación térmica alcanzará 15.828 MW, las centrales hidroeléctricas aportarán hasta 6.469 MW, las plantas renovables no más de 3.065 MW, y las centrales nucleares 1.352 MW. A esto se sumaría la posible importación de 2.500 MW desde países vecinos. Sin embargo, aún con estas medidas, el informe advierte que será necesario operar con reservas reducidas y en riesgo constante de no poder suministrar energía suficiente.
Impacto de la falta de gas
La falta de gas durante el invierno ya generó serios problemas en el sector energético, afectando tanto la generación térmica como la posibilidad de acumular reservas. Con una licitación cancelada recientemente que preveía la expansión del parque termoeléctrico, el gobierno enfrenta el desafío de reforzar la infraestructura existente en un corto plazo. Sin nuevas incorporaciones previstas en los próximos meses, las posibilidades de evitar cortes masivos parecen escasas.
Contexto diplomático complicado
A esta situación interna se suman las complicaciones diplomáticas con Brasil. Las declaraciones del presidente Javier Milei contra su homólogo brasileño, Lula da Silva, tensaron las relaciones entre ambos países, afectando potencialmente la cooperación en el suministro de energía. Brasil es un socio clave para la importación de electricidad, y cualquier deterioro en esta relación podría agravar aún más la crisis.