La desaparición de Loan Peña sigue sin resolverse. Han pasado 39 días desde que el pequeño de cinco años se desvaneció en el paraje Algarrobal, y su familia está al borde de la desesperación. La reciente intervención del comisario Walter Maciel en el caso añadió más polémica al ya angustiante proceso, y el padre del niño no dudó en salir a responder las acusaciones del comisario.
La casa de los Peña, ahora centro de una intensa búsqueda, se convirtió en símbolo de la esperanza de una comunidad que no deja de ofrecer su apoyo. Carteles con la foto de Loan y mensajes de solidaridad adornan cada rincón, mientras los vecinos se unen a marchas y vigilias con el corazón en vilo. Sin embargo, el avance en la investigación parece estancado.
José Peña se encuentra en una encrucijada emocional. Tras escuchar las declaraciones de Maciel, quien alegó que él estaba “alcoholizado” y “no estaba normal” cuando fue visto en la búsqueda de su hijo, José no tardó en responder: “El comisario está mintiendo. No sé cómo alguien puede decir eso cuando apenas había tomado un poco ese día. Si me veía cansado, era porque estuve buscando a Loan en el monte todo el día. Lo último que haría es dejar de buscar a mi hijo”, declaró José.
La declaración del comisario no solo puso en tela de juicio la conducta de José, sino que también mencionó a Laudelina Peña, la tía del niño, como una posible sospechosa. Esto generó más incertidumbre y desconfianza en una situación ya de por sí desgarradora. José, al hablar de Laudelina, no pudo ocultar su decepción: “Ella dio tantas versiones diferentes. Ahora, parece que el abogado le prometió dinero y cosas a cambio de una declaración falsa. No entiendo por qué miente. Me duele mucho que haya cosas que ocultar”.
En medio de esta tormenta, las nuevas sospechas recaen sobre Francisco Méndez, un policía retirado y vecino cercano de la familia. “Siempre lo veíamos por aquí. Conocía a Loan. No sé qué pudo haber pasado, pero su detención me sorprendió. Me parece que él también podría estar ocultando algo”, comentó José, con un dejo de inquietud en su mirada.
A pesar de la creciente desesperación, José Peña mantiene una chispa de esperanza. “No voy a rendirme. La gente sigue aquí con nosotros, y eso me da fuerzas. Creo en la justicia y en que, al final, encontraremos a Loan. No voy a descansar hasta que esté en casa”, aseguró.
La búsqueda de Loan continúa, y la comunidad se aferra a la esperanza de que la verdad saldrá a la luz. Mientras tanto, la familia Peña sigue enfrentando un dolor inimaginable, apoyada por la solidaridad de un pueblo que no olvida y que sigue clamando por justicia.
