Devenir de un deporte que fue furor en los noventa y volvió a las crónicas por la pasión del Presidente. Por qué España fue el exilio de las paletas, donde argentinos son tratados como estrella de una disciplina que se volvió furor. El compatriota número 1 desde hace 15 años. Y la chance de ver de qué se trata ahora, en fechas en Mendoza y Buenos Aires. Todo contado por un autor, profesional en el tema.

-¿Cómo te ganas la vida?

-Soy jugador profesional de padel.

-Ah, ¿y qué más hacés?

Esta charla suele entablar en Argentina un aficionado que de casualidad conoce a un jugador de padel en un cumpleaños, por ejemplo. Ese profesional, probablemente ignoto en nuestro país, es seguro que en España es una estrella del deporte. No es una exageración: se lo reconoce por las calles, firma autógrafos y tiene el mismo respeto que las figuras de otros deportes masivos. Hasta también aparecen en los mejores medios deportivos y son patrocinados por las primeras marcas internacionales, que los eligen como su imagen comercial.

El  padel, deporte devaluado en la Argentina pero que volvió a las crónicas por ser un pasatiempo frecuente del presidente Mauricio Macri, su equipo y amigos, hoy tiene su auge en España, donde hace quince años que vive un tiempo de gloria similar al que se vivió en nuestro país en la década de los 90. Y cuando hablamos de auge, significa:

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  Se calcula que en España hay 3 millones de personas que lo practican.

• En el 2016 se estima que ya se han vendido más de 500 mil paletas.

• Según el último ranking profesional masculino de octubre, en el Top20 jugadores hay doce argentinos, ocho españoles y dos brasileros.

• 4 mil personas es el promedio de asistencia en las finales del tour.

La llegada del nuevo milenio marcó el punto de partida para muchos jugadores profesionales argentinos que se fueron a triunfar a la península ibérica. Diversos factores fueron los que influyeron en la decisión del desarraigo, entre ellos, el deterioro de la imagen del mundo padel  debido a la despiadada crónica en contra por parte de algunos medios y periodistas (la mayoría especializados en tenis, quienes trataban al padel de jueguito de moda que produce muchas lesiones) y la crisis económica del país por esos años. También fue una cuestión inmobiliaria. Con el crecimiento de construcciones de edificios y estacionamientos, los dueños de los clubes empezaron a vender las canchas para privilegiar otro tipo de negocios.

A medida que esto ocurría en la Argentina, en España, en los últimos veinte años, el ciclo se desarrolló a la inversa. Fue creciendo el interés por el padel, los empresarios y clubes vieron en este deporte la posibilidad de desarrollar un negocio y un mercado nuevo con un crecimiento sin techo para los años venideros, apostando al deporte a mediano y largo plazo.

A diferencia de lo que ocurrió en Argentina, la prensa trató -y hasta el día de hoy trata- muy bien al deporte. Como lo que es: el padel en España es el primo del tenis, no su peor vecino. Tal es así que muchos ex tenistas que llegaron alto en el ranking ATP lo practican e incluso uno de ellos, un ex número 1, Juan Carlos Ferrero, ha jugado torneos profesionales. En los casos de Carlos Moyá, Sergi Bruguera o Alex Corretja lo juegan a diario, aunque no hayan alcanzado un nivel tan alto. Hasta el gran Rafa Nadal, aún compitiendo en el ATP Tour, se juega unos partidos en sus estadías en Mallorca, donde tiene construidas unas cuantas canchas con las características paredes dentro de su centro de entrenamiento de tenis.

La buena relación del padel con el tenis se ve muy clara en el Máster 1000 de Madrid. Por cuarto año consecutivo, justo al lado de la famosa Caja Mágica, una de las instalaciones/estadios más vanguardistas del mundo, se instaló la cancha oficial del circuito profesional de padel. La Caja, su arquitectura majestuosa y su leyenda, lejos de darle sombra, le presta un poco de su mística al padel para promocionar el deporte, que invita a las grandes figuras del tenis a disputar encuentros con las grandes del padel.

Fernando “Nito” Brea es uno de los referentes históricos del padel. Vivió la gran época del deporte en la Argentina y actualmente vive la de España. Considerado un todo terreno en este deporte que lo tuvo en las canchas profesionales durante años, Nito es entrenador, formador de profesores y capitán del seleccionado argentino femenino de padel. Nadie como él para darnos a #BORDER una visión más detallada de lo que significa el padel en España y en otros países de Europa.

“La relación es más que buena, a todos los tenistas y ex tenistas les encanta el pádel y muchos lo practican habitualmente. En España casi todos los retirados lo juegan e incluso Ferrero, quien fuera número 1 del mundo en tenis, compite cada tanto en el circuito profesional de padel. Otro que llegó a jugar una etapa del circuito profesional fue el sueco Thomas Johnson y fue ganador del Abierto de Australia. Sus compatriotas, el legendario Stefan Edberg y Jonas Bjorkman, el croata Iván Ljubicic y el búlgaro Grigor Dimitrov también juegan”, sostiene. Lo que más sorprende a Nito es la admiración que los tenistas expresan hacia los jugadores de padel: resaltan el profesionalismo y la intensidad con la que entrenan y juegan, siendo ellos mismos también ejemplos para muchos deportistas. Los abanderados en los elogios son la dupla formada por el argentino Fernando Belasteguín y el brasileño Pablo Lima (actual pareja número 1 del mundo).

En su rol de organizador, Brea se encargó de la etapa del World Padel Tour realizada en Mónaco en el 2015 y 2016. Fue un gran desafío porque todo debía funcionar perfecto en un marco acorde a las exigencias: el certamen se disputó en el chapiteau de Fontvielle, un lugar muy pintoresco e importante, en ambas ocasiones, ante la mirada del rey Alberto II, quién también practica padel. Pequeño lujo para jerarquizar y darle repercusión internacional al torneo.

El World padel tour

La nave insignia del padel de hoy es, el World padel tour, circuito profesional que reúne a los mejores jugadores del planeta, con sede en varias ciudades de España y, en los últimos años , con expansión a otros países, como Mónaco, Italia, Portugal y… la Argentina. La historia parece circular.
El 31 de octubre arrancó, en Mendoza, la primera fecha local que se extiende hasta el sábado 5 de noviembre. Y del lunes 7 al domingo 13, la competencia se muda a Buenos Aires, como parada previa al fin de temporada, con un torneo de exhibición en Miami.

El WPTour reparte unos 113 mil euros promedio en premios, una cifra que, si bien es aún lejana a las monstruosas que maneja el tenis, crece año a año. Y se nota en los sponsors: marcas como Estrella Damm, Head, Adidas, Babolat o Burger King, son de la partida.

El círculo del romance exiliado entre argentinos y el padel se completa. El mejor jugador de la actualidad -y posiblemente de todos los tiempos- es Belasteguín, argentino, quien con 37 años lleva 15 terminando número 1 del circuito.

El padel no se murió en estos pagos: apenas se mudó un tiempo a España. Quienes quieran verlo bien vivo tendrán su chance en la Rural, en Buenos Aires. Alguien, tal vez, debería avisarle a Macri, ¿no creen?