Tras horas de manifestación, y un encuentro en el Ministerio de Capital Humano, las más de 20 organizaciones sociales del Frente de Lucha Piquetero que cortaban el Puente Pueyrredón en el partido de Avellaneda levantaron la medida de fuerza.
Según informaron, la protesta se originó ante el reclamo de la restitución de la comida para los comedores populares, el aumento de los programas sociales y el cese de la persecución y represión a las luchas de los trabajadores.
En cuanto al desempeño del Estado, el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, le afirmó a la prensa que abrieron “la mesa de diálogo con el Gobierno”, y agregó: “Ojalá esto sirva para que llegue la comida a las personas que la necesitan. Esta es nuestra única intención”.
El dirigente también explicó que, tanto por parte de ellos como del Gobierno, se trató de una jornada pacífica. “Lo que vimos hoy es que estaba tranquila la cosa, no hubo represión, el comisario a cargo del operativo hizo el enlace con el ministerio. Nos reunimos con el secretario de seguridad alimentaria”, manifestó Belliboni.
Como era de esperar, las fuerzas federales respetaron el protocolo antipiquete de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, se anticiparon y le prohibieron a los manifestantes el acceso al puente Pueyrredón, por el que luego llegarían al ministerio liderado por Sandra Petovello.
“Vamos al Puente Pueyrredón, no se puede joder con los alimentos Pettovello, y tampoco se puede joder con las libertades democráticas Bullrich, vamos a marchar como marcharon los jubilados. Basta de reprimir. Alimentos para comedores populares, aumento para planes”, dijo Belliboni previo a la manifestación.
La justificación de las organizaciones sociales
En este contexto, diferentes organizaciones sociales dijeron que la “UNICEF alertó que hay más de un millón de pibes y pibas que no cenan en sus casas, lo que supone que sus padres tampoco, esto hace que tres millones de personas no hacen una de las comidas fundamentales”.
De acuerdo a un comunicado que publicaron, “la desocupación es mucho más alta que lo que dicen las estadísticas oficiales”. Además, reclamaron: “Hay hambre porque los salarios son miserables y muchos trabajadores acuden a comedores populares, que cerraron o redujeron su oferta de alimentos porque Milei y Pettovello dejaron de enviar alimentos”.
“El 52% de la población está en la línea de pobreza y más de 8 millones de personas son indigentes”, continuaron a modo de protesta. Las organizaciones sociales también sostienen que el Gobierno “quiere destruir la ayuda social con el objetivo de desmoralizar a los trabajadores y desarticular a las organizaciones que luchamos contra todos”.
Y para concluir, le exigieron a la CGT y la CTA un “plan de lucha progresivo hasta la huelga” para “derrotar el plan criminal de Milei”.