Tras horas de debate, la Cámara de Diputados dio por finalizada la sesión especial para discutir si se mantiene o no el veto del presidente Javier Milei a la reforma de la Ley de Movilidad Jubilatoria. Finalmente, la oposición no logró los dos tercios de los votos necesarios para revocar la decisión.
Así, el oficialismo junto a los bloques aliados y seis miembros de la Unión Cívica Radical (UCR) mantuvieron el pie el veto, después de que la votación resultara con 153 votos afirmativos (para rechazar el veto), 87 negativos y 8 abstenciones.
EL DEBATE POR EL VETO A LA REFORMA JUBILATORIA
Christian Ritondo, del PRO, se refirió a la posición de aquellos que, según él, no asumieron la responsabilidad de sus decisiones. “Si querían votar distinto, lo podrían haber hecho. No se habrían aliado con el kirchnerismo. Habrían votado con nosotros en nuestro dictamen”, dijo apuntando a quienes culpan a diversos sectores, desde las redes sociales hasta el periodismo, sin reconocer sus propios acuerdos y votos en el Congreso. “Es fácil echarle la culpa a todo el mundo, pero hay que hacerse cargo de lo que votaron y con quién lo hicieron. Hoy nos encontramos en esta situación por esos acuerdos”, agregó, cuestionando a aquellos que, en su opinión, no han mantenido una postura coherente. También, respaldando al gobierno en su decisión de vetar la reforma, habló sobre la necesidad de responsabilidad fiscal. “Nos encontramos debatiendo un tema que impacta en el presente y en el futuro económico del país”, aseguró, y dijo que el Congreso no puede aprobar leyes sin tener en cuenta el impacto económico que generarán y de dónde se obtendrán los fondos. “No es cuestión de acordar para sumar votos, debemos actuar con responsabilidad y cuidar las finanzas del Estado”, dijo, señalando que Argentina ha agotado un sistema basado en “regalar lo que no tenemos”,lo que ha contribuido a generar más inflación y pobreza. “Los argentinos pagamos las consecuencias de estas decisiones, y es necesario poner fin a esta práctica irresponsable”, sentenció Ritondo.
Rodrigo De Loredo, de la UCR, quien propuso que el radicalismo insista parcialmente en el la reforma, dijo: “Estamos discutiendo 15 mil pesos, una docena de empanadas, para cada haber jubilatorio”, señaló y habló de una “cruda realidad” de división dentro de su bloque. “Insistamos parcialmente”, planteó, aunque reconoció que la postura del resto de los bloques, opositores y oficialismo, es “o todo o nada”. “Vamos a intentar que recapacite el Gobierno”, finalizó.
En cuanto a la diputada radical, Danya Tavela, acusó de “traidores” a sus colegas de la UCR. “No traicionemos a nuestras raíces, Roma no paga traidores y el pueblo tampoco los vota”, sentenció durante el debate. Más temprano, en Radio Splendid, Travela había asegurado que «es una posibilidad que se rompa el bloque» porque el tema de las jubilaciones «es central». Remarcó también que si bien dentro del espacio “conviven distintas miradas”, no deja de ser un partido “que expresa un movimiento popular”, y que por eso presentaron este proyecto de movilidad jubilatoria. Por lo cual, según su perspectiva, sería “inexplicable” que algunos diputados que integran la fuerza no rechacen el veto.
Quien también se expresó en ese sentido fue Pablo Juliano (UCR), quien sentenció: “No cambio mi voto, reafirmó lo que voté el 5 de junio”.“Las abstenciones, los que den vuelta los votos, van a tener que ser hacerse cargo”, subrayó Juliano. “No voy a ser responsable de poner de rodillas al pueblo”, sentenció el radical.
Por su parte, Roxana Reyes (UCR, Santa Cruz) , también de la UCR, adelantó que se abstendrá de votar. Y del otro lado de la vereda interna en la grieta radical, Francsco Monti, (UCR, Catamarca): “Hemos aprendido la necesidad de la disciplina fiscal”, dijo, posicionándose a favor del veto y agregando: “Si el pueblo argentino decidió hacer un esfuerzo gigantesco para cruzar este camino nosotros vamos a estar”.
Quien también se posicionó contra el veto dentro del radicalismo fue Martín Tetaz, quien aseguró que es “inmoral” y que el gobierno tiene los fondos para pagar a los jubilados”. “La pedimos al Gobierno que le pague a los jubilados la misma miseria que le pagaba Alberto Fernández, nada más”, agregó.
Miguel Ángel Pichetto, de Encuentro, se lamentó porque “probablemente hoy no logremos los dos tercios y el Gobierno tenga su triunfo”, pero agregó: “Pueden vencer, pero no convencer”, y adelantó que en el corto plazo habrá reclamos en la Justicia sobre la fórmula jubilatoria. “El presidente hubiese podido hacer un veto parcial, y era razonable”, aseguró. “Hemos perdido una oportunidad de encauzar este tema… vamos a volver a insistir, este universo previsional hay que tenerlo en cuenta”, agregó Pichetto.
El legislador libertario, Gabriel Bornoroni, aseguró que “el máximo objetivo es cuidar el superávit fiscal que Javier Milei logró en tiempo récord. No vamos a dejar que los mismos de siempre nos arrastren al pasado”.
En cuanto al diputado de Encuentro Federal, Nicolás Massot, cuestionó al gobierno, de quien dijo que “optó por el conflicto”. “Hay plata y hay bastante”, consideró.
Los ocho diputados de Innovación Federal decidieron abstenerse de la votación. “Sabemos lo que es gobernar con una minoría parlamentaria, y las implicancia que tendría para el Gobierno votar en contra de esta decisión política que tomó el Presidente, y lo último que necesita el país es votar en contra de esa decisión”, sostuvo Agustín Romo. La bancada está integrada por Pamela Calleti, Alberto Arrúa, Carlos Alberto Fernández, Pablo Outes, Yamila Ruíz, Daniel Vancsik, y Yolanda Vega.
El diputado Juan Manuel López de la Coalición Cívica afirmó, por el oficialismo: “Parecen que tienen el número, van a perder los jubilados” y agregó: “No van a ganar ustedes, ni vamos a perder nosotros, van a perder los jubilados que no van a tener una solución”.
Desde la Coalición Cívica también manifestó en contra Maximiliano Ferraro, quien aseguró: “Estamos traicionando el mandato si no le damos una respuesta a los jubilados”. “Darse vuelta es darle la espalda a los jubilados”, dijo también. Ferraro, quien arremetió contra el “transfuguismo” de los diputados que cambiarán su voto y convalidarán el veto. “Estamos frente a la fe de los conversos, de los piruleros”, dijo. “Estamos frente a quien ejecuta una mala intención. Una clara intención de los que mienten, de los que juegan a la visita a los palacios gubernamentales y erosionan el funcionamiento del sistema republicano y la división de poderes”, manifestó Ferraro. “Hay una clara intención de los que mienten, de los que tergiversan la realidad y sólo hablan de números y se olvidan del rostro sufriente de miles y miles de jubilados”, expresó también, asegurando que “los jubilados no pueden esperar”. “No encuentro una sola razón que justifique que algunos diputados voten en contrario al mandato de Juntos por el Cambio, lo que votaron el pasado 5 de junio en el recinto”, sentenció.
Alejandro Vilca, del Frente de Izquierda, aseguró que el gobierno “busca callar al pueblo trabajador con palos”. Vilca, quien se manifestó en contra del veto de Milei, disparó: “Las ratas están del lado del Gobierno, hay que serlo para estar en contra de los jubilados”
Desde La Izquierda también hablaron Christian Castillo, quien propuso una sesión para derogar el DNU que reformó la fórmula jubilatoria. “Ahí basta con mayoría simple”, manifestó y pidió que “ningún diputado se oculte y diga si va a votar en contra de los jubilados”. “En nuestro caso queremos que hable todo el mundo. Acá ningún diputado puede ocultarse. ¡Que digan que van a votar en contra de los jubilados, que den la cara!”, puntualizó y denunció que la sesión estaba “llena de maniobras” para evitar que la oposición reúna los dos tercios para insistir con la ley de movilidad jubilatoria.
En cuanto a Lourdes Arrieta, quien recientemente fundó su monobloque luego de irse de La Libertad Avanza en medio de un escándalo, rechazó el veto de Milei. “Los jubilados para nada son un pasivo fiscal”, consideró, y dijo: “El año pasado milité por las ideas, bancando al Presidente y creyendo que el ajuste iba a ser para la casta, pero no para los jubilados. El aumento debería hacerse factible”.
Alrededor de las 12:15, cuando fue el turno de Mónica Schlotthauer, del Frente de Izquierda, la diputada protagonizó un exabrupto cuando aseguró: “Hay que ser muy tacho de mierda para votar en contra de los jubilados”, dijo, y disparó contra quienes tienen previsto votar en contra de la ley de movilidad jubilatoria. Para la diputada del partido Izquierda Socialista, “la política de este gobierno es un verdadero gerontocidio”. “Terminemos con esta mentira que es decir que los jubilados son un gasto o un costo”, dijo, y agregó: “No solo no son un déficit fiscal ni un costo sino que con ellos hay una deuda de todos los gobiernos”.
El diputado Sergio Acevedo también rechazó el veto presidencial a la movilidad jubilatoria. “La alta insensibilidad lo que hace es profundizando un castigo inmerecido para las personas que han trabajado toda su vida” y dijo que el presidente “debería ser serio y responsable”.
A las 12:19, cuando fue el turno de hablar del diputado Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, se manifestó en contra del veto y dijo que quienes se pronuncian a favor “vienen a votar con los bolsillos llenos en contra de los jubilados”. “Vamos a seguir todos los miércoles acompañando a los jubilados, y no repriman”, agregó.
Cuando faltaba poco para las 12:00 hs, Vanina Biasi, del Frente de Izquierda, arrancó las exposiciones, asegurando que “los ensobrados, panqueques, tienen que dar explicaciones frente al pueblo”, en referencia al bloque radical. Biasi cuestionó el operativo de seguridad encabezado por Patricia Bullrich y dijo que se retuvieron micros de militantes en Ituzaingó.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, solicitó un cuarto intermedio para definir la modalidad de la sesión. La diputada radical, Silvana Guidici pidió que se cierre la lista de oradores y se vote. El diputado de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, a su vez, reclamó que se asigne un tiempo por bloque y que luego se vote por sí o por no.
En tanto, el jefe del bloque de Unión por la Patria en Diputados, Germán Martínez, pidió abrir el debate y establecer un horario de votación, porque la idea de la bancada es participar de la marcha afuera del Congreso, que será llevado a cabo en repudio del veto y que contará con la participación de organizaciones de jubilados y sindicales.
Alrededor de las 11:21, la Cámara aceptó la renuncia del diputado radical Pedro Galimberti, que ocupará el cargo de vicepresidente de la Delegación Argentina ante la CTM de Salto Grande. Una de las cartas que el oficialismo tiene para ratificar el veto es que quien asumió esa banca fue Nancy Vallejos, que responde al PRO, y que es favorable a la postura del gobierno. Esta movida suscitó el discurso encendido del diputado de Izquierda, Nicolás del Caño, quien disparó: “Decían que iban a terminar con la casta y son lo peor de la casta”.
La sesión comenzó alrededor de las 11:00 hs. El quórum se consiguió con 131 diputados sentados en sus bancas del recinto a las 11:15 hs. Por el momento, el oficialismo se encaminaba a ratificar el veto del presidente Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria.
A las 11:17, los legisladores del bloque Unión por la Patria comenzaron la sesión con la imagen de panqueques en un cartel, en una clara crítica a los radicales que anunciaron un cambio de voto para ratificar el veto presidencial a la movilidad jubilatoria.
La Libertad Avanza y sus aliados tendrían el número de votos para frustrar en el recinto la mayoría de dos tercios que buscaba la oposición. En ese panorama, la UCR, junto a Encuentro Federal y la Coalición Cívica evaluaban como plan B mocionar durante la sesión la insistencia parcial, para salvar una parte del articulado, en una forma de, entre otras cosas, no quedar tan mal frente a los votantes (cabe destacar que el proyecto de reforma fue presentado, precisamente, por el radicalismo).
Sin embargo, la estrategia naufragaría, ya que Unión por la Patria, el bloque mayoritario, considera que va contra el reglamento de la Cámara de Diputados.
Además, el intento de la oposición de revertir el veto se encuentra muy comprometido a raíz de la división explícita del radicalismo.
(En actualización)
