El Gobierno de Bolivia ha denunciado ante la comunidad internacional lo que consideran un intento de golpe de Estado promovido por el expresidente Evo Morales, quien lideró el país entre 2006 y 2019, y ahora marcha hacia La Paz acompañado de miles de manifestantes.
«Denunciamos que se está gestando un nuevo golpe de Estado en el Estado Plurinacional de Bolivia, dirigido por el expresidente Evo Morales, con el objetivo de acortar el mandato del presidente Luis Arce y habilitarse nuevamente como candidato, a pesar de las restricciones impuestas por la Constitución», expresó el gobierno.
El conflicto entre Arce y Morales surge por las intenciones de Morales de postularse nuevamente a la presidencia, algo que la Constitución de 2009, impulsada por él mismo, prohíbe. Esta situación, que ya generó el golpe de Estado de 2019, ha causado tensiones dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de ambos líderes. Mientras tanto, seguidores de Morales han organizado cortes y bloqueos en todo el país, paralizando Bolivia, en un intento de desestabilizar al gobierno de Arce.
Este martes, los partidarios de Morales comenzaron una marcha desde Caracollo hacia La Paz con el objetivo de promover un bloqueo nacional que presione al gobierno actual. «Este bloqueo busca asfixiar económicamente al pueblo boliviano y generar convulsión social, como parte de una estrategia para derrocar al actual gobierno, que fue elegido democráticamente con más del 55% de los votos», señaló la Cancillería en un comunicado.
Además, el gobierno boliviano rechazó las declaraciones de Morales, quien aseguró que sería candidato «por las buenas o por las malas», y ratificó su compromiso con la defensa de la democracia y los intereses del pueblo. Morales también sugirió que Andrónico Rodríguez, su aliado, sería clave en sus planes si el presidente y vicepresidente actuales abandonaran sus cargos
