Ricardo Alfonsín, el radical díscolo: ¿se va de Cambiemos?

Por: Border Redacción Remota

En su entorno lo desmienten y aseguran que su intención es evitar que se imponga un discurso único en la alianza gobernante. Por eso amenaza con competir en las PASO en la provincia, con una lista radical. Pero al diputado se le termina el mandato y hay quienes ya se lo imaginan jugando con el Frente Renovador de Massa y con Stolbizer en las elecciones.

 

Es la cara visible de los radicales desencantados con el gobierno de Mauricio Macri. Desde un primer momento se opuso a la creación de Cambiemos y ahora, desde su banca de diputado, suele ser una voz disonante con posturas más cercanas al discurso opositor que al oficialista. Y como si fuera poco, de cara a las elecciones legislativas, hay quienes ya se lo imaginan jugando junto a Margarita Stolbizer en alianza con Sergio Massa.

Hay quienes se imaginan a Alfonsín jugando con Massa y Margarita. El lo niega.
Hay quienes se imaginan a Alfonsín jugando con Massa y Margarita. El lo niega.

Hoy es sólo un rumor, y desde el entorno de Ricardo Alfonsín lo desmienten. Como hombre “de partido”, aseguran que su objetivo es que le permitan manifestar sus disidencias, para que no se imponga un discurso único en Cambiemos. Está claro que el oriundo de Chascomús va a ser uno de los que tense la cuerda de cara a las definiciones electorales. Ya dio una muestra el día después de la cumbre de Macri con la cúpula de la Unión Cívica Radical: “La estrategia electoral y las candidaturas del partido no las designará ninguna cumbre”.
“Las PASO reconocen el derecho de cualquier radical a definir las estrategias que juzguen son las mejores para el país, para Cambiemos y para el partido. Ninguna cumbre puede eliminar las diferencias ni derogar las PASO”, expresó Alfonsín a través de un comunicado.

El diputado criticó la reunión de Macri con la cúpula de la UCR.
El diputado criticó la reunión de Macri con la cúpula de la UCR.

La postura es clara: el hijo del ex presidente viene perdiendo peso dentro de la UCR bonaerense, hoy liderada por el vicegobernador, Daniel Salvador, en consonancia con el sector del partido alineado con Ernesto Sanz (un hombre de su entorno, Maximiliano Abad, es el secretario general del partido). Esos sectores van a buscar imponerse en el armado de listas, para ocupar los pocos espacios que Cambiemos le ceda al radicalismo en la provincia de Buenos Aires. Son, además, los que tienen mejor sintonía con Vidal y su gabinete.
A Alfonsín se le acaba su mandato de diputado este año. Pero en su equipo aclaran que su visión no es “electoralista”. “En esta elección se define la orientación de Cambiemos”, razona el alfonsinismo. “Lo de jugar con Margarita y Massa es un rumor que circulan los opositores a él, porque lo quieren embarrar. La idea firme es dar competencia dentro de Cambiemos”, explican. E insisten: “Si tuviera una visión electoralista, le conviene ir con Massa y Margarita, pero esa no es la idea, por eso lo descarta”. Con Margarita ya compartió lista en 2013 y 2009, pero con Massa no jugó nunca.

En 2013 compartió lista con Margarita en el Frente Progresista.
En 2013 compartió lista con Margarita en el Frente Progresista.

Hoy todavía recuperándose de un cuádruple by pass, a Alfonsín le gusta decir qué hay tres corrientes dentro de Cambiemos: una liberal, representada por el PRO, una más de centro, en la que identifica a la Coalición Cívica de Elisa Carrió, y otra más progresista, en la que se incluye él. Lo que no está claro es dónde pone a sus correligionarios.
Alfonsín es hoy uno de los representantes de Cambiemos que más disidencias muestra. A lo largo del primer año de gestión planteó sus diferencias en algunas cuestiones económicas (retenciones a la minería, por ejemplo) y sobre todo, de derechos humanos: fue uno de los pocos radicales que salió a pedir el apartamiento de Juan José Gómez Centurión tras sus polémicas declaraciones negacionistas. Y su mayor reclamo es que exista una mesa donde se discutan cosas importantes del Gobierno (no tanto el día a día). Sus adversarios internos, en cambio, aseguran que esos espacios existen y que sus críticas son porque él no los integra.

Ya lo había hecho también en 2009, en el Acuerdo Cívico y Social.
Ya lo había hecho también en 2009, en el Acuerdo Cívico y Social.

“No son diferencias terribles. No estamos ni cercanos al peronismo de Massa, ni al kirchnerismo. Estamos claramente en Cambiemos, pero marcando diferencias”, explican en el alfonsinismo, donde hoy el único diputado que sigue 100% alineado con él es Miguel Bazze. El interrogante que se abre ahora es si le queda representación interna como para generar tensiones dentro de Cambiemos o si está cada vez más aislado. Lo que está claro es que mientras se acerquen las definiciones electorales, esta brecha radical se profundizará.

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