El Colegio Público de Abogacía de la Ciudad de Buenos Aires rechazó el proyecto de divorcio exprés incluido en la Ley Hojarasca, impulsada por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. La misma promovía una forma de finalizar un matrimonio sin crear un expediente judicial, siempre que los cónyuges estén de acuerdo.

El presidente de la entidad, Ricardo Gil Lavedra, dejó en claro que así como está escrito el proyecto no debería prosperar y opinó que para algunas cuestiones de la disolución matrimonial es necesaria la presencia de un juez que garantice que los acuerdos a los que llegan las dos partes se cumplan.

“Todo el mundo está de acuerdo en agilizar los procesos, simplificarlos, nadie puede estar en desacuerdo con eso; pero el proyecto este desconoce que el divorcio es mucho más que la disolución del vínculo y se encuentra inseparablemente unido a otras cuestiones que tienen que ver con lo patrimonial, la distribución de los bienes de la sociedad conyugal, los hijos, las miles de cuestiones que se pueden plantear en una pareja”, dijo Gil Lavedra a Perfil Radio. 

Mientras el gobierno asegura que esta nueva fórmula permitirá “una vía más simple, más rápida y más económica”, a la vez que aliviar la carga sobre el sistema judicial. Con este nuevo método, solo se requeriría de un trámite administrativo iniciado de mutuo acuerdo ante el oficial público que esté encargado del Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas.

“Hace falta un control judicial de cuáles son los términos de los acuerdos a los que lleguen las partes para evitar que se produzcan abusos, sobre todo de quien tenga posición de preponderancia dentro de la pareja”, opinó Gil Lavedra quien agregó: “Creemos que no puede suprimirse la presencia del juez porque incluso puede haber derechos de terceros frente a la sociedad conyugal. ¿Quién va a dar la seguridad jurídica sobre lo que se decida? Es un juez, no un funcionario del registro civil”.

Además, Gil Lavedra destacó que en la Argentina ya existe el divorcio exprés, es decir, aquel que implica que ya con que una parte quiera separarse, se inicia el trámite. “Por eso entendemos que, como está redactado ese proyecto, no debería prosperar”, dijo concluyó: “Hay otras medidas que pueden ser razonables, atendibles, pero nosotros estamos en desacuerdo con esto. Esperamos que surja en la discusión en el Congreso, para eso está el debate parlamentario”.