La Fundación Natalio Morelli, dedicada a la protección de los derechos de niños y adolescentes, denunció penalmente a la máxima autoridad educativa bonaerense, el director general, Alberto Sileoni, por la distribución en escuelas de libros y textos que incluyen descripciones con contenido sexual explícito. Desde la fundación consideran que estas temáticas consideradas inapropiadas para estudiantes de entre 12 y 15 años.
Bárbara Morelli, presidenta de la fundación, expresó su alarma sobre el tipo de material que llegó a bibliotecas y aulas de Buenos Aires en una entrevista a Radio Mitre: “Es una degeneración que este tipo de libros estén en las bibliotecas escolares”, dijo, y aseguró que aunque algunos textos no son de lectura obligatoria, el hecho de que se encuentren disponibles en el entorno escolar ya representa una exposición inapropiada para los estudiantes.
“Nosotros llevamos semanas investigando el contenido de estos libros, algunos de los cuales se pueden descargar por PDF, y observamos escenas con contenido sexual explícito que, en nuestra opinión, no son apropiadas para adolescentes tan jóvenes”, aseguró Morelli.
La semana pasada se armó un gran revuelo luego de que la vicepresidenta, Victoria Villarruel, cuestionara que se den textos como la novela “Cometierra”, de Dolores Reyes, donde hay una descripción de una escena sexual muy explícita. Otros libros señalados son “Las aventuras de la China Iron”, de Gabriela Cabezón Cámara; “Si no fuera tan niña”, de Aurora Venturini; y “Memorias de la violencia” de Sol Fantín. Estos libros, además, contienen temas considerados “delicados”, como el aborto, la crítica a instituciones religiosas y la violencia de género.
“Como madre y como presidenta de la fundación, me preocupa mucho este tema”, comentó Morelli. “Hemos hablado con psicólogos que afirman que la exposición temprana a estos contenidos puede incentivar comportamientos y curiosidades que no son saludables a esa edad”, agregó, y señaló que la escuela “debe ser un espacio protegido para los chicos, un lugar donde los padres puedan estar tranquilos de que sus hijos no serán expuestos a ciertos temas antes de tiempo”.
Según Morelli, conversando con Sileoni este comparón estos textos con obras clásicas de la literatura argentina, de autores cono Jorge Luis Borges y Silvina Ocampo, comparaciones que Morelli juzgó como “inadecuadas” porque “el contenido sexual explícito y temáticas como el aborto no se pueden equiparar con la literatura tradicional”. Morelli aseguró que la inclusión de estos textos no es una cuestión de opinión sobre los “límites de opinión” ni es un tema de “izquierda o derecha”, sino una “posible vulneración de los derechos de los menores”. “No podemos normalizar que los chicos tengan acceso a todo tipo de contenido en su segundo hogar, que es la escuela”, concluyó.
Al respecto, Sileoni, defendió la inclusión de estos libros en las escuelas, explicando que los adolescentes podrían acceder de todas maneras a la misma a través de redes. “Nosotros no somos provocadores, somos educadores. No son libros para educación sexual, forman parte de una colección llamada Identidades Bonaerenses”, dijo. “No se obliga a los estudiantes a leerlos. Son herramientas de apoyo para los docentes, que abren un mundo al que muchos chicos no tienen acceso”, aseguró.
«Son libros para la Educación Secundaria, son libros para la Educación Superior», señaló el funcionario, a la vez que enfatizó que “los libros van con una guía que aconseja a los destinatarios”, explicó.
Además, explicó que «no son libros que llegan a los estudiantes, llegan a la biblioteca de la escuela» y se orienta a reforzar el trabajo de los docentes a la hora de abordar temas de educación sexual, como el abuso.
“Pueden tener escenas de sexo, vocabulario soez, son libros que van muy explicados en la guía”, cerró.
La semana pasada, la vicepresidenta Victoria Villarruel criticó el plan de lectura ‘Identidades bonaerenses’ lanzado por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires y le pidió al gobernador Axel Kicillof que deje de «sexualizar a los chicos».
«Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse», escribió la titular del Senado desde su cuenta de X (antes Twitter), en donde citó también fragmentos del libro «Cometierra», una novela de la autora Dolores Reyes.
Villarruel pidió que «¡dejen de sexualizar a nuestros chicos», que «saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas» y que «respeten la inocencia de los niños».