Gendarmería Nacional detuvo en las últimas horas a cuatro sospechosos por el video en que se amenazaba a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Fueron capturados en la zona de Puerto San Martín, en el departamento San Lorenzo, cerca de la ciudad de Rosario. En su poder tenían revólveres que, según se demostró, no fueron parte de la amenaza filmada, y por el momento sus identidades no trascendieron.
Se espera que los sospechosos sean trasladados muy pronto a Comodoro Py para tomarles declaración.
La causa para esclarecer la amenaza está a cargo de la jueza María Servini.
A raíz de la amenaza filmada que se viralizó el 1 de diciembre, los investigadores comenzaron a analizar las voces y vestimenta de los cuatro hombres y determinaron, en primer lugar, que los cuatro hombres usaban una ametralladora FMK3, un FAL modelo Para, una pistola (probablemente una Glock) con kit RONI fabricado por la firma argentina Bersa, que le da el aspecto de arma larga y que permite montarle mira y agregar empuñadura secundaria, una escopeta a chimaza tipo Ithaka o Batán y una pistola que podría ser una Bersa.
En base a la pericia que realizaron sobre las voz de quien habla en el video, y llegaron a la conclusión de que se trataba de un joven. Según declararon los investigadores al medio Infobae esto implica que “difícilmente se cuente con muestras almacenadas” en la fonoteca sistema biométrico de voz.
La vestimenta, el ambiente, entre otros indicios que aparecen en la escena, fueron analizadas por personal de las Divisiones Fotografía Policial y Scopometría. Fuentes de la investigación explicaron a Infobae que los mamelucos blancos que cubren el cuerpo de los cuatro presuntos narcos tienen doble función: ocultar sus rostros y, a la vez, mantener fuera de la vista cualquier tatuaje con los que puedan ser identificados, igual que con los guantes quirúrgicos que llevan, una imagen que ya se vio en el video de una amenaza al Servicio Penitenciario, adjudicada a Los Monos, la banda narco rosarina.
Ya se pidió la intervención de la Unidad de Investigación Antiterrorista.
