En medio de la polémica por la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo a manos del gobierno venezolano, el vocero presidencial, Manuel Adorni, recomendó, en nombre del gobierno nacional, no viajar a Venezuela ya que aseguró que en ese país “impera una dictadura”.
“Las recomendaciones son porque impera una dictadura que un día te puede apresar sin ninguna causa y sin dar ningún tipo de explicación», dijo Adorni, y agregó: «Más que una recomendación es una obviedad”.
En esa línea, Adorni sumó: “Uno se acerca a una dictadura cruel como es la de Maduro o como es el régimen chavista, y eso conlleva un peligro inherente al acercamiento de esa dictadura” y dijo que “es una obviedad que ir de visita a una dictadura implica riesgo”, insistió.
“Es irracional que uno se vaya a meter en una dictadura que ha hecho un daño horrible al pueblo venezolano, y en este caso Nahuel, que más allá de ser un gendarme es un esposo, un padre, un argentino», subrayó el portavoz oficial, quien planteó que la Cancillería argentina activara los mecanismos diplomáticos en búsqueda de intermediarios que puedan dialogar con la administración venezolana para interceder en favor del gendarme. El objetivo no es fácil, ya que la dictadura de Nicolás Maduro se niega a hablar con el gobierno argentino, con quien está enfrentado.
El canciller argentino, Gerardo Werthein, habló el caso del gendarme Nahuel Gallo, secuestrado por la dictadura venezolana luego de cruzar la frontera desde Colombia.
En declaraciones con Eduardo Feinmann en Radio Mitre, Werthein definió la detención como un “secuestro ilícito” y cuestionó de forma dura al dirigente chavista Diosdado Cabello, quien había acusado a Gallo de ser un espía.
Según el canciller, el gendarme cruzó la frontera de manera legal: “Se fue de vacaciones a Colombia y cruzó a Venezuela a visitar a su familia, presentó su pasaporte, se lo sellaron y después lo detuvieron”, describió el diplomático.