Un entramado de irregularidades salió a la luz en la ciudad de Diamante, Entre Ríos, vinculado al exsenador Edgardo Kueider, quien aparece como pieza clave en un negocio fallido relacionado con la instalación de una red de fibra óptica.
Segun informó Infobae, este proyecto, otorgado de forma irregular por el entonces intendente peronista Juan Carlos Darrichón, terminó en un escándalo político y judicial.
La empresa ICELER, creada en junio de 2023 y dirigida formalmente por Daniel González, amigo y socio de Kueider, fue habilitada para desplegar fibra óptica en 500 manzanas de la ciudad.
Sin embargo, las obras fueron abandonadas, y surgieron evidencias que apuntan a que Kueider estaba detrás del negocio. Según documentación, el exsenador no solo se presentó como garante en un contrato de alquiler para ICELER, sino que también otorgó amplios poderes administrativos a su secretaria, Iara Guinsel Consta, para manejar la firma.
ICELER fue inscrita en la Ciudad de Buenos Aires para ofrecer servicios de comunicación y tecnología. Su sede, ubicada a pocos metros del Congreso Nacional, fue allanada en dos ocasiones, primero por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado y luego por el fiscal entrerriano José Arias. En los procedimientos, se incautaron documentos y el teléfono de Adriana Crucitta, abogada y socia de González.
Pese a su reciente creación, la empresa consiguió un contrato millonario en Diamante. El 21 de septiembre de 2023, González, como presidente de ICELER, cedió a Guinsel Consta un poder para administrar la compañía, según un documento que justificaba esta acción como una medida para “agilizar el movimiento de la empresa’’.
El proyecto avanzó con irregularidades, y recién el 16 de noviembre, el entonces intendente Darrichón emitió una resolución que otorgaba permisos de ocupación a ICELER. La empresa podía utilizar postes, espacio aéreo, y suelo público sin pagar tasas ni gravámenes, algo que el actual intendente denunció como irregular.
Las nuevas autoridades municipales, lideradas por Gieco, cuestionaron la falta de documentación y habilitación de ICELER, dándole un plazo de 30 días para regularizar la situación.
Apenas un día antes de vencerse el plazo, González apareció en el municipio solicitando un acuerdo político. Sin embargo, sus promesas quedaron en palabras.
Ante la falta de avances, la municipalidad anuló el proyecto y ordenó a la empresa retirar sus obradores en un plazo de 90 días. Fue entonces cuando Guinsel Consta reapareció, solicitando más tiempo y amenazando con iniciar acciones legales.
A pesar de sus esfuerzos, la empresa desapareció tras la detención de Kueider en Paraguay, el 4 de diciembre, por un intento de contrabando de 211.000 dólares.
La obra abandonada dejó 400 manzanas sin servicio, de las 500 previstas, en un negocio valuado en 500 millones de pesos. El municipio se apropió de la red de fibra óptica dejada por ICELER, mientras nuevos emisarios, como la firma Internet Plus, ligada a Kueider, intentaron intervenir.
En el plano judicial, Kueider y su secretaria cumplen arresto domiciliario en Paraguay mientras se investiga el origen del dinero incautado. En Argentina, el fiscal José Arias avanza en las causas por corrupción, vinculando al exsenador con operaciones irregulares desde 1999.