Hoy, 23 de diciembre, el Impuesto PAIS deja de estar vigente. El hecho de que la tasa de 30 % que se había implementado para desalentar las compras en dólares desaparezca impactará sobre las compras y pagos en dólares, compras en el exterior, viajes y pago de servicios internacionales y plataformas de contenidos.
Sin embargo, cabe destacar que el gobierno mantiene una percepción del 30% sobre ciertos consumos que se tomará como anticipo de Ganancias o Bienes Personales.
Esto implicará que los turistas ya no tendrán que pagar un 30 % adicional al utilizar tarjetas en el exterior. Esto supone que los gastos se abaratarán considerablemente. El dólar turista disminuirá un 30%, pasando de $1.671,20 a $1.357,85. Sin embargo, seguirá estando por encima del dólar MEP.
Respecto a los pagos en plataformas de streaming, como Netflix, Disney, Amazon y Spotify, se verán fuertemente reducidos a raíz de la eliminación del impuesto.
Cabe destacar que se mantendrán percepciones a los pagos del 30 % por el anticipo de Ganancias o Bienes Personales, la cual se podrá deducir al hacer la declaración anual.
Sin embargo, aunque se elimina el impuesto PAIS, el dólar turista seguirá siendo más caro que el dólar MEP, que cotiza alrededor de $1.142,20.
En caso de que el usuario no esté alcanzado por Ganancias o Bienes Personales, podrá pedir la devolución de la percepción de estos dos impuestos solicitando la devolución del monto percibido por el gobierno al terminar el año.
Respecto a los servicios internacionales, se espera una baja en el costo de productos y servicios internacionales, incluyendo viajes y compras en línea, debido a la eliminación del tributo. Sin embargo, si bien es posible que algunos precios comenzarán a bajar de innmediato, puede haber una demora en la reposición de productos debido a la baja en el consumo y en la oferta de bienes importados.
La cotización del dólar turista se ajustará diariamente conforme al tipo de cambio oficial más un recargo del 30% por Ganancias o Bienes Personales.
Aunque algunos economistas prevén un impacto positivo, el Gobierno tendrá que compensar la pérdida de recaudación, lo que podría generar ajustes fiscales. Además, la baja en los precios puede no efectuarse de manera homogénea ni inmediata.