Ayer, domingo, por la noche, un oficial de la Policía de la Ciudad mató a un ladrón de 16 años. El joven estaba intentando robarle a un delivery en el barrio porteño de Parque Avellaneda. Dos de los cómplices resultaron heridos, y uno logró escapar.
Cuando el policía llegó a la calle Martínez Castro al 1200 para llevar a un amigo de un familiar, vio cómo los cuatro delincuentes bajaron de un auto e interceptaron al delivery, el cual había frenado para realizar una entrega. El oficial intercedió y los ladrones iniciaron con él una balacera que tuvo como resultado el deceso de uno de ellos,mientras que otro resultó herido en una de sus piernas y fue trasladado por el SAME al hospital Piñero.
Los otros dos delincuentes escaparon a bordo del Peugeot 208, pero poco después uno de ellos ingresó al mismo centro de salud debido a las heridas que le había dejado la balacera.
El delivery, de origen venezolano, resultó herido en una pierna, por lo que fue derivado al mismo hospital y reconoció a los agresores.
El ladrón muerto había sido retenido en los últimos dos años por los delitos de robo, robo agravado por el uso de arma de fuego y encubrimiento.
La Policía de la Ciudad incautó una patente del Peugeot, la moto con caja de delivery y trece vainas servidas de calibre 9 milímetros, además del arma oficial que fue usada en el tiroteo. Se comprobó que la noche del sábado 28 de diciembre, el mismo Peugeot había sido utilizado para otro robo, presuntamente por los tres mismos delincuentes, en el cual fue robado un hombre en Remedios al 3200, a cinco cuadras del tiroteo.
En cuanto al vehículo, fue secuestrado en la Comisaría Vecinal 8°B, donde se confirmó que tenía impedimento por robo del 23 de diciembre en la jurisdicción de la Comisaría Vecinal 10°C.
La causa quedó en manos de la Fiscalía de Menores N°5, a cargo del fiscal Martín Garro, y el Juzgado de Menores N°5, a cargo del juez Oliver de Tezanos.