La inflación en la Ciudad de Buenos Aires se aceleró en diciembre a 3,3%, como consecuencia del aumento en los servicios. La información se desprende de la Dirección de Estadística porteña.
De esta forma, 2024 cerró con una variación del costo de vida de 136,7%. El resultado de diciembre es 0,1 puntos mayor que en noviembre (3,2%).
La noticia fue en línea contraria con lo que la mayoría de las consultoras privadas diagnosticaban, ya que auguraban una desaceleración inflacionaria en el último mes del año. Cabe destacar que el indicador porteño sufrió el impacto de los incrementos tarifarios: los bienes aumentaron 1,9% y los servicios 4,2%. Un escenario muy parecido al de noviembre, cuando en CABA la inflación llegó al 3,2% y en el resto del país quedó en 2,4%.
El próximo jueves se difundirá el dato oficial de la inflación a nivel nacional. En caso de estar por debajo de 2,5% el gobierno bajaría el crawling peg – es decir el tipo de cambio en el cual el valor de una moneda se ajusta periódicamente – al 1%, y posiblemente bajaría también la tasa de política monetaria del Banco Central.
Dentro del impacto que sufrieron los bienes por la inflación, alimentos tuvo una suba de 2,3%, aportando 0,42 puntos al nivel general. Si se desglosa el rubro, los principales impulsos vinieron de carnes y derivados subió un (7,6%), leche, productos lácteos y huevos (2,1%) y pan y cereales (1,6%).
Sin embargo, en verduras, tubérculos y legumbres hubo una caída de -8,1%.
El mantenimiento de la vivienda registró un alza de 3,9%, contribuyendo en 0,75 puntos al nivel general. Las subas en los valores de los gastos comunes por la vivienda y de los alquileres fueron los que tuvieron una particular incidencia en el incremento inflacionario, y en menor medida las actualizaciones en los precios de los servicios para la reparación de la vivienda.
Transporte registró una suba de 3,5% e incidió 0,38 puntos por el incrementos en los precios de los pasajes aéreos y de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar.
Respecto a salud, los gastos se elevaron un 3,7%, debido a los ajustes en las cuotas de la medicina prepaga.
Los servicios de comunicación se incrementaron un 4,3% por las subas en las tarifas de los servicio de comunicación agrupados y de telefonía móvil.
